25 nov 2009

Distrayéndolo…

Permaneció frente a la puerta de la habitación, donde se hallaba Mime, sin emitir sonido alguno, pensó durante algunos minutos qué haría, debía cumplir la misión, y dejar que Mime lo echara a perder por sus celos o por no conseguir lo que quería de él era un error. Al interior de la habitación, Mime estaba pensando cuidadosamente lo que acababa de hacer, sin lugar a dudas lo había desconcertado, sino la discusión habría seguido; no podía evitar sentirse extraño, ¿acaso Pirois estaba de verdad afectado por sus reacciones exageradas?

– ¿Mime, puedo pasar? –preguntó desde el exterior de la habitación el guerrero solar.

–No, déjame solo, no quiero hablar contigo en un rato. –exigió el rubio asgardiano en tono de berrinche, esperando que el inglés respetase su petición y se saliera del templo a vagar por ahí, dándole tiempo de pensar cuál sería su próxima estrategia para poder lograr su cometido.

–Mime, necesito hablar contigo, es serio.

– ¿Es sobre la misión? –preguntó haciéndose el indignado el dios guerrero.

–Sí, es importante, no podemos estar haciendo un escándalo, podrían descubrirnos.

– ¡Déjame solo! –exclamó nuevamente el rubio.

–Te veré después, entonces. Cálmate por favor. –pidió apenado el pelirrojo, quién salió del templo de Géminis para caminar en los alrededores y ver qué tanto podía observar de sus enemigos.

Deambuló en los alrededores de la explanada de entrenamiento, sólo Kazahaya y Camus estaban ahí, al notar la presencia del guerrero solar comenzaron a atacarse con mayor furia, desde Virgo, Shaka observaba todo, tenía que cerciorarse de que Kazahaya estuviera concentrada o sus heridas podrían ser de suma gravedad.

–Tranquilo Shaka, la niña va bien. –dijo Aioria quien llegaba al templo del rubio hindú.

–Lo sé, pero ahora están entrenando como si se odiasen porque el enemigo les está observando. –explicó Shaka  sin volverse a su interlocutor.

–Entonces hay que crear una distracción mayor, para satisfacer su morbo lo suficiente y que tenga algo que contar en Rodas. –dijo Aioria divertido.

– ¿Qué planeas? –preguntó Shaka preocupado.

–Déjalo en mis manos, ya verás que tu discípula estará bien.

El guerrero de Leo salió del templo de Shaka en busca de Aphrodite, quien estaba en Libra conversando con Milo sobre su relación con Amy.

–No tuve que buscarte mucho Aphrodite, escuché que Deathmask dijo que te teme porque sabe que te gusta. –dijo Aioria ante el asombro de Milo y la indignación del pisciano.

– ¿Qué? Ese bastardo… –reclamó Aphrodite molesto por lo que acababa de escuchar –pero si fue él quien empezó el desastre cuando volvimos de Tokio.

– ¿De qué hablas Aphrodite? –preguntó curioso el escorpión.

–Él me beso, y me buscó, yo no lo tocaría por propia voluntad, ¿verdad? Con esa peste y pésimo gusto para decorar su templo…

–Pues eso escuché, creo que se lo dijo a la guerrera de Júpiter. –dijo Aioria alimentando el coraje del pisciano.

–Les veo luego, y Milo piénsalo bien, no deberías dejar que tu carácter lo arruine. Voy a cazar cangrejos. –dijo el pisciano saliendo de Librea, con rumbo al templo de Cáncer.

Aioria miró divertido el berrinche del pisciano ante la mirada expectante de Milo que no entendía lo que el guardián de Leo estaba planeando hacer con eso. A su paso por Virgo, Aphrodite pasó como un huracán, bufando maldiciones dirigidas al guardián del cuarto templo del Santuario; Shaka enseguida supo lo que Aioria tenía entre manos y negó con la cabeza, impedir el pleito entre Aphrodite y Deathmask sería un error, además Aioria tenía razón, ese pleito en específico sí que le daría al guerrero solar mucho de qué hablar.

– ¡Maldito cangrejo imbécil ven enseguida! –exigió Aphrodite apenas ingresando al templo de Cáncer.

– ¿Qué demonios te pasa Aphrodite? ¡Ah ya sé, estás en tus días! – exclamó entre carcajadas el italiano desde la escalinata interior de su templo.

– ¡Voy a matarte! –exclamó furioso el pisciano corriendo hacia él. Deathmask le miró sorprendido, no estaba fingiendo estar enojado, de verdad lo estaba y no sabía la razón – ¡Rosas piraña!

– ¡Qué diablos te pasa ahora? –preguntó Deathmask evadiendo el ataque de su compañero.

– ¡Cómo te atreves a ir hablando de mí de esa manera!, yo no te busqué a ti pedazo de mierda, fuiste tú quién me buscó. –reclamaba lleno de ira el sueco.

– ¿Ahora qué dije? –preguntó Deathmask curioso del motivo del pisciano para atacarlo.

– ¿Me temes porque me gustas? – preguntó furioso Aphrodite ante las carcajadas sonoras de Deathmask, logrando enfurecer más al pisciano.

–Espérate Aphrodite, que pareces una novia rechazada. –Rió el italiano acercándose al pisciano –vamos a hablar de esto, ¿quieres?

–No, quiero mandarte al infierno, eso es lo que quiero. –bufó enfurecido el sueco ante el asombro de Shaka y las carcajadas de Deathmask.

En Virgo Aioria y Milo llegaban a ver el espectáculo con Shaka, los gritos insultantes del pisciano ya habían captado la atención del espía inglés quien de lejos observaba cuidadosamente lo que sucedía.

– ¿Ves Shaka?,  te dije que lograría poner una distracción que permitiera que tu discípula y Camus no se hirieran, ya que eso no nos conviene. –explicaba divertido el guardián de Leo ante las carcajadas de Milo.

–Sí Aioria, pero Aphrodite sí está enojado, y tampoco nos conviene que ese par se maten entre sí. –explicaba Shaka logrando que las carcajadas de Milo fueran más ruidosas.

– ¡A que no lo pensaste mi amigo! –rió Milo, mientras Aioria reía.

–Por supuesto que lo pensé, dudo que se maten, de verdad que del odio al amor hay un paso y ellos lo han dado muchas veces, ¿o no? Además, si se mataran nos harían un favor a todos. –rió Aioria, mientras Shaka negaba con la cabeza sin decir más nada.

Pirois regresó a Géminis para poder observar más de cerca lo que pasaba en el templo de Cáncer, después de todo la discusión parecía fuerte, tanto que el pisciano atacaba furioso mientras Deathmask continuaba insultándolo y evitando los constantes ataques del sueco entre carcajadas. Mime observaba todo desde la habitación del templo sin dar crédito a lo que percibía, esa sí era una discusión real, no fingida.

–Mime ábreme la puerta, desde ahí se tiene mejor vista del espectáculo. –pidió el inglés en voz baja.

– ¡Vete al diablo! –exclamó Mime haciéndose el indignado.

–Por favor Mime, es parte de nuestro trabajo.

–Te pedí que me dejaras solo, ¿no puedes entenderlo? –lloriqueó el rubio tratando de hartarlo para evitar que observara lo que sucedía.

–Haré lo que me pidas Mime, pero déjame observar esto, ¿quieres? –dijo finalmente el pelirrojo logrando captar la atención del asgardiano.

– ¿Lo que yo quiera? – preguntó para confirmar el rubio.

–Sí, sí. Lo que sea. –finalizó el inglés.

Mime abrió la puerta de la habitación para dejarlo pasar, después de todo el pleito entre Deathmask y Aphrodite parecía más un pleito de amantes que una discusión interna de real importancia. Richard entró directo a la ventana para poder observar la discusión entre los guardianes de Cáncer y Piscis, mientras Mime pensaba cuidadosamente en qué le pediría al guerrero solar, después de todo tenía que ser inteligente, el tiempo se agotaba y seguramente Helios estaba ansioso de obtener información valiosa para planear su ataque.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

muy bueno, ya quiero sabes que sigue, grax por actualizar.
Hikaru.

Anónimo dijo...

porfavor coti esta cadaves mas increible tu historia y que lo grara mime de sacerde de piros porfas conti

Anónimo dijo...

SIIIIIIIIIIIIIII n.n otro capitulo mas, espero el siguientee muy pronto, ya quiero una reconcilliacion de Amy y Milo y con mucho LEMONNNN, owo
atte. kirara 9242