Desde un penthouse, una joven rubia de largo cabello ondulado, ojos azules y penetrante mirada, contemplaba el paisaje que se le ofrecía, sin duda estaba ansiosa de comenzar a usar los nuevos poderes que recientemente había descubierto que poseía…
-¡Eros!- gritó la chica a un joven que se encontraba en la puerta.
-Sí, mi señora- se acercó el joven.
-¿Aún no los has localizado?, la tierra no puede ser mía si no consigo las cabezas de Athena y Selene, lo mejor será dificultarles que se alíen…- reflexionó la chica.
-Sí señora Afrodita- se inclinó y salió de aquella luminosa habitación.
-¡Ahhhh! Mejor saldré a la escuela, aún siendo una diosa no puedo esquivar esas cosas mundanas…- refunfuñó mirándose fijamente al espejo con expresión de fastidio.
Una vez vestida con el uniforme de la preparatoria de Juuban salió de la habitación sin emitir una sola palabra y tras salir del penthouse azotó la puerta.
***
En el Templo Hikawa las chicas comentaban tranquilamente todo lo hablado con esos guerreros el día anterior, sin duda Haruka estaba molesta, si no quería trabajar con sus propias compañeras ¿Cómo era posible que la obligaran a trabajar con esos extraños?, que además parecían de cierta manera agradarles a las demás, inclusive a Michiru… su Michiru.
-¿Alianza entonces?- preguntó en un suspiro de resignación Michiru, sacando a Haruka de sus pensamientos.
-Así es- dijo Serena sonriente –No so malas personas, al igual que nosotras protegemos la tierra- insistió animada.
-Como digas…- refunfuñó Haruka caminando hacia las escaleras del Templo Hikawa para irse ante la mirada desconcertada de las demás y la mirada resignada de Setsuna y Michiru.
-¿Está molesta verdad?- preguntó Mina por fin cortando el silencio.
-Creo que es notorio, no gusta de trabajar en equipo- explicó Setsuna mirando fijamente a Michiru.
-Ya tengo que irme- interrumpió la joven violinista –hoy sí debo dar ese taller de pintura en la preparatoria local-
-¡Pues vámonos juntas de una buena vez!- exclamó Serena tomando del brazo a Michiru y a Amy.
Así, las chicas se fueron juntas a la preparatoria y una vez ahí se separaron para irse a sus salones de clase.
-¡Beeeh! Hoy llegamos muy temprano Amy…- se quejaba Serena ingresando al salón y sentándose en su butaca.
La mirada de Amy era amable y comprensiva, mientras que la de Lita parecía resignada y Mina distraída…
-Sí, sí… llegamos muuy temprano- continuaba la queja Mina.
-Ya… pronto empezaremos con la clase y verán que el día se irá rápido- dijo sonriente Amy
De pronto la puerta del salón dejando ver a una chica bastante bella con largo cabello dorado que entraba con dos chicos del equipo de football…
-Esa Akiko, cada vez llama más la atención de los chicos guapos- se quejó Lita al ver que los dos chicos la acompañaban a su butaca y continuaban platicando con ella.
-Es bastante popular, también en el equipo de volleyball llama mucho la atención- dijo Mina mirando hacia aquella chica.
-Creo que en todos los clubes lo hace, pero ese no es asunto nuestro, ya viene la profesora de química…- dijo Amy apresurando a sus amigas a sentarse en sus respectivos sitios.
Las tres chicas no quitaban la mirada de Akiko, quien sabía que llamaba la atención de la mayoría de sus compañeros, y gustaba de ello, adoraba lucirse frente a compañeros y maestros…
Durante el receso corrieron hacia el salón de artes plásticas donde Michiru se encontraba dando el taller a varios jóvenes, entre ellos, Akiko…
-¿Está también aquí?- preguntó Lita hastiada.
-Eso parece…- musitó Amy.
-¡Seguro es buena persona!- aseguró Serena sonriente agitando su mano para saludarla.
Akiko al ver aquel gesto de Serena correspondió extrañada, no estaba acostumbrada a recibir gestos de amabilidad por parte de sus compañeras de clase, de hecho le gustaba recibir malos modos, críticas y miradas de odio y celos…
Michiru se percató de aquello y se acercó hacia sus amigas para saludarlas…
-¿Qué pasó chicas?- preguntó preocupada.
-Nada, vinimos a saludarte- dijo Amy sonriente.
-Ya veo… ¿Conocen a Akiko?- preguntó curiosa.
-No, bueno sí…- dijo Serena dudando –Es compañera de clase, pero no somos precisamente amigas.-
-Ya veo… acá llama mucho la atención, es bastante buena en pintura y escultura, y desde que entró a mi taller vienen muchos chicos- rió divertida la joven violinista.
-Vaya que has tenido éxito entonces…- rió Mina mientras las demás reían divertidas.
Akiko percibió cierta vibra extraña de aquellas jóvenes por lo que decidió acercarse a riesgo de ser lo que temía…
-Hola… señorita Kaioh ya terminé- anunció triunfante.
-Ahora voy Akiko, gracias por avisar- dijo Michiru entrando al aula dejando a Akiko con las demás.
-Señorita Tsukino ¿verdad?- preguntó Akiko sonriente.
-Sí, pero llámame Serena- dijo con un guiño y amplia sonrisa, logrando desconcertar más a la joven frente a ellas –Ellas son mis amigas, Mina, Amy y Lita- concluyó.
-Lo sé, señoritas Mizuno, Kino y Aino ¿no?- respondió retadora hacia Lita quien la miró como tanto le gustaba, llena de recelo.
-Así, es- interrumpió Amy notando aquello –con tu permiso Akiko, tenemos que ir a la biblioteca- dijo jalando a Lita y haciendo la seña a Mina.
-¡Ah si!- gritó Mina llamando la atención de Lita y Serena, así como de algunos chicos dentro del aula, cosa que logró molestar visiblemente a Akiko.
-Vámonos entonces- dijo Lita alejándose.
Desde dentro del aula Michiru notó aquel alboroto, quedándose intranquila por aquello…
Al terminar las clases Akiko se acercó a Serena quien esperaba a sus amigas fuera de la institución.
-Hola Serena- dijo con aparente amabilidad.
-Hola Akiko- respondió sonriente -¿Se te ofrece algo?-
-Quería disculparme contigo por el incidente de hace unas horas con la señorita Kino-
-Nada de que disculparse- dijo dando un par de palmadas en la espalda de su compañera -Lita es algo brusca pero buena amiga- insistió.
-Estoy acostumbrada a que las chica se molesten conmigo y me odien, pero bueno, te dejo, te veré mañana, voy a ver unas cosas que tengo que hacer…- dijo alejándose lentamente dejando a Serena curiosa.
Serena la siguió sigilosamente, bueno, lo más sigilosamente que pudo; ya que Akiko sabía que la seguiría. Akiko se internó en donde el equipo de volleyball practicaba al terminar las clases.
Un par de chicos del equipo se separaron del resto del grupo para ponerse a platicar con Akiko quien se sentó en una jardinera junto al lugar, Mina miraba todo eso de reojo sin poder evitar sentirse molesta. Caminó hacia sus compañeros para pedirles que regresaran al entrenamiento y así pudieran irse cuando…
-Ahora vamos Mina, ahora estamos algo ocupados- respondió uno de ellos.
-Lamento molestarla y enojarla señorita Aino, no es mi culpa que a los chicos les guste conversar conmigo y no con usted- respondió retadora.
Mina miró la actitud altanera de aquella joven que logró encenderla, ¿Cómo podía atreverse a decirle aquello?...
-Mira Akiko, estamos en medio de un entrenamiento, no me voy a poner a tu nivel a discutir si me pongo celosa de tu increíble belleza o tu asombrante inteligencia ¿estamos?- respondió enojada.
Aquella respuesta resonó dentro de su cabeza enojándola más por lo que se puso de pie ante la mirada de asombro de ambos jóvenes que decidieron dejarlas solas y regresar al entrenamiento al percibir el posible nivel de agresividad que rondaba entre ellas.
Serena miraba todo atónita escondida detrás de unos arbustos hasta se hallada por Lita y Amy…
-¿Esa tipeja está molestando a Mina?- preguntó enojada Lita.
-Tranquila Lita- calmó Amy –No podemos meternos en sus conflictos, es mejor dejarla resolver ese asunto…-
Desde la puerta de la escuela Milo, Seiya y Saga observaban la escena de discusión entre ambas chicas notando que las otras tres se encontraban pendientes…
-Parece que habrá pelea de mujeres, será interesante- rió Milo divertido ante la mirada hastiada de Saga y la curiosidad de Seiya.
-¿En serio es interesante?- preguntó Seiya –Yo lo veo sin sentido-
-Es Milo, Seiya no le hagas caso…- intervino Saga acercándose a la escenita.
-¡Estás loca Akiko!- gritó Mina –Yo jamás dije nada parecido…-
-Obviamente no necesitas decirlo, he visto como me miras… te molesta que llame más la atención que tú, y te lo advierto no me molestes cuando estoy con los chicos porque les gusto, que tú no seas bonita ni interesante no es culpa mía ¿o sí?- insistió nuevamente Akiko desesperando visiblemente a Mina.
-Mejor me voy, no voy a perder mi tiempo contigo, ni que valiera la pena…- dijo alejándose cuando Akiko la tomó de la muñeca izquierda.
-A mí ‘nadie’ me deja hablando sola ¿entiendes?- amenazó con la mirada encendida.
Parte del equipo de volleyball miraba desde la puerta del gimnasio todo aquello con curiosidad, mientras las chicas esperaban que Mina le diera su merecido y Saga se detuvo en seco.
-Ahora veo porqué no tiene novio señorita Aino, no es ni bonita, ni inteligente, por eso se junta con las amigas que se junta; la inteligente, la hombruna y la tonta… hacen un buen grupo- rió divertida.
-Tú no sabes nada, déjame en paz, porque juro no tengo ganas de perder mi tiempo…- insistió Mina visiblemente afectada por todo aquello, sentía las miradas de sus compañeros y odiaba llamar la atención de ‘esa’ manera.
Lita al escuchar aquello salió de entre los arbustos y jaló bruscamente a Akiko tomándola por sorpresa:
-A ver… ¡Repite eso que dijiste de Mina y nosotras!- la zarandeó bruscamente.
Akiko cerró fuertemente sus ojos para evitar marearse y comenzó con voz sollozante a pedir ayuda a sus compañeros, hasta que un par de chicos del club de volleyball se acercaron para impedir que eso llegara más lejos.
-Dije que son la fea, la tonta, la hombruna y la nerd ¡Eso dije! Por eso la mayoría de ustedes no tienen novio- insistió al sentirse protegida por los dos chicos.
.Te voy a…- dijo Lita furiosa cuando Mina la detuvo tomándola de la mano.
-No vale la pena…- insistió cuando Amy y Serena se acercaron acompañadas de Seiya, Milo y Saga.
Akiko se sintió extraña al ver a esos tres muchachos atractivos acompañando a las chicas…
-¿Acaso son estos chicos sus novios? ¡Lo dudo!- gritó burlonamente logrando que los estudiantes que quedaban cerca comenzaran a reír.
-Me voy…- dijo Mina alejándose de todo aquello siendo acompañada por Amy y Serena.
Lita se contuvo apretando el puño derecho hasta que Saga le tocó el hombro derecho y decidió marcharse con ellos.
‘¡Qué alivio! No son las guerreras que temía que fuesen’
Pensó Akiko alejándose con uno de los chicos del equipo de volleyball, hasta despedirse y regresar al penthouse donde la esperaban sus súbditos…
-¿Todo bien mi señora?- preguntó Eros.
-Sí, creí haber hallado a las guerreras de Selene, pero me equivoqué…- suspiró aliviada.
-¡Pero señora! Eso es muy peligroso, déjenos ese trabajo a nosotros…- suplicó Eros haciendo reverencia a su diosa.
-Así lo haré, pero no habría hecho esto si ustedes no fueran tan lentos e inútiles- respondió en tono grosero internándose en su habitación y azotando la puerta tras de sí.
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