-¿Josh?- escuché a alguien llamando a mi hermano desde la planta baja de mi casa.
-¡Acá arriba Matt!- exclamó mi hermano entre carcajadas. Ante mi asombro vi entrar a un sujeto enorme a mi habitación, seguramente era uno de sus compañeros de futbol americano, estaba aterrado, pataleé lo más que pude pero aquel sujeto, Matt, tomó mis piernas y las zarandeó logrando propinarme un fuerte dolor.
-Quieto mocoso o te dolerá más.- amenazó.
-Ahí lo tienes Matt, has de él lo que te venga en gana, tiene vocación de prostituta así que sólo digamos que le cumplo el sueño.
-¡Josh, no hagas esto!- rogué sollozando, para ser una lección o una broma pesada ya había sido demasiado.
Josh salió de mi habitación dando un portazo y dejándome a merced de aquel enorme sujeto que comenzaba a despojarse de su ropa ante mi aterrada mirada; acto seguido acercó sus manos al cierre de mi pantalón y comenzó a abrirlo descubriendo mi bóxer.
-Sí que tienes bonito cuerpo, esto lo vas a disfrutar mucho.- rió mientras yo comenzaba a llamar a mi hermano nuevamente hasta que aquel tipo golpeó mi rostro con tal fuerza que me enmudeció, estaba sin duda aterrado –Te lo advierto mocoso o cooperas o dolerá más de lo normal.
Cerré fuertemente mis ojos, traté de concentrarme en cualquier otra cosa, pero las manos de ese sujeto sobre mi cuerpo y su lengua recorriendo mi torso no lo permitían. De pronto sentí uno de sus gruesos dedos invadiéndome con brusquedad y sin lubricación alguna, me dolió como pocas veces. Entreabrí mis ojos y la erección de ese tipo logró hacerme temer aún más, sin lugar a dudas aquello me dolería más que otras cosas.
-Sí que lo vas a disfrutar.- dijo dirigiendo su grueso pene hacia mi cavidad anal y comenzando a presionar; no pude evitar que brotaran lágrimas de mis ojos, no tuvo la más mínima consideración y me penetró con brutalidad comenzando a moverse en mi interior casi de inmediato, sus jadeos y gemidos eran por demás ruidosos, lo mismo que mis sollozos, al menos eso creo porque me abofeteó unas cuantas veces. Mientras me embestía con rapidez agitaba mi virilidad con rudeza apretándola con fuerza.
Estaba siendo algo vergonzoso y doloroso. Sí que Josh estaba desquitándose de la peor manera, no podía seguir así.
El caliente semen de aquel sujeto me inundó causándome un ardor indescriptible, grité lo más fuerte que pude, mis lágrimas recorrieron mi rostro profusamente, me estaba doliendo demasiado; de pronto Matt salió de mi interior y comenzó a morder mi oreja izquierda con brusquedad.
-Sí que te gocé.- dijo para después introducir su lengua en mi oreja. Tenía el estómago revuelto, me dolía todo el cuerpo y no podía parar de llorar.
-¿Terminaste?- preguntó mi hermano entrando en la habitación.
-Sí que lo hice Josh, gracias.- dijo aquel tipo comenzando a vestirse –debo volver a mi apartamento, mañana temprano tengo practica de americano.
-Claro, ahí te veo mañana viejo.- dijo despidiéndose del sujeto que había traído para violarme bajo su consentimiento –deja ya de llorar Andy, no es la primera vez que lo haces.- dijo mi hermano mientras desataba mis muñecas, escasamente podía sentir mis manos.
-Es la primera vez que algo me duele tanto Josh.- sollocé tratando de enderezarme con dificultad.
-¡Por favor Andy!
-Nada Josh, prefiero volver a casa de mis padres a que sigas con esto, voy a decirle a papá de esto si no te largas de aquí y dejas de fregarme.- dije finalmente armándome de valor.
-No lo harías, porque yo le diría lo del Avalon.
-No Josh, voy a decirle todo, completa la historia, seguro que querrá escucharla completa. Dije cubriendo mi desnudez con la sábana de mi cama –porque a sus ojos yo seré un maldito estúpido, pero tú serás un maldito criminal que prostituye a su propio hermano menor, ¿qué tal?
En las afueras de mi casa escuché a Rich y a Charlie llamándome a gritos; ‘cierto, seguramente Charlie había llamado por teléfono y como el listo de Josh no ha de haber contestado seguro llamó a Rich’, pensé cuando:
-Ya Andy, ya. No voy a joderte más, pero cálmate, ¿quieres?- decía Josh sentándose a mi lado para rodear mis hombros con su brazo y terminar tumbándose sobre mi cuerpo.
-¡Déjame!- grité mientras oprimía mi pecho con rudeza.
-No me amenaces Andy, nunca lo hagas.- amenazaba mi hermano. Como pude tomé algo con mi mano y lo arrojé contra la ventana -¡Quédate quieto maldición y cállate!- ordenó mi hermano furioso.
Me sentía desfallecer, apenas si podía mantener mis ojos abiertos, dejé de oponer resistencia cuando Charlie jaló a mi hermano.
-¡Déjalo Josh!- exclamó Charlie deteniéndolo.
-¿Qué carajo estás haciendo Joshua?- preguntó mi padre ingresando a mi habitación siendo seguido por Rich quien enseguida corrió hacia mí cubriéndome con la sábana y ayudándome a enderezarme.
-Papá…- musité débilmente.
-¿Estás bien?- preguntó Rich visiblemente preocupado. Sólo atiné a asentir con la cabeza y sostenerme de él.
-No puedo creerlo Joshua, estoy más que decepcionado.- reclamó mi padre acercándose a mí -¿Estás bien hijo? - Josh se dejó caer de rodillas, jamás lo había visto así; la mirada de mi padre era dura, seguramente no más de lo que sería la sanción, conociéndolo, claro está.
-Yo tuve parte de culpa papá.- dije avergonzado.
-Lo sé, escuché todo desde afuera, por eso estábamos más preocupados,- explicó mi padre agitando mi cabello con su mano –ve abajo Josh, ahí me esperas. Mi hermano se levantó en automático, salió de mi alcoba siendo seguido por Charlie.
-Voy con ellos, asegúrate que mi hijo esté bien por favor.- dijo mi padre para salir a reprender a mi torpe hermano, Rich sólo asintió con la cabeza; ahora sí que me sentía peor, estaba por demás adolorido, avergonzado y mis ojos no dejaban de llorar. Rich tomó un pañuelo y limpió mi rostro ante mi atónita mirada, de verdad parecía muy preocupado.
-Sabía que algo andaba mal cuando salieron del centro comercial- murmuró Rich sentándose a mi lado –pero no creí que tanto.
-Cómo ibas a saberlo, yo no habría dicho nada, Josh estaba usándome- dije con la voz entrecortada, me sentía más que estúpido.
-No es necesario que digas más. ¿Te ayudo a levantarte?
-No, sólo quiero bañarme y dormir- dije levantándome pesadamente y comenzando a caminar hacia mí baño, hasta que una duda me paralizó: -¿cómo entraron?
-Tumbé una ventana para poder abrir la puerta por dentro.- Explicó mirándome fijamente, esa mirada que lograba atravesarme, desvié mi mirada hacia sus manos, no me había percatado, tenía varias cortaduras, asumo que por romper una de mis ventanas y poder entrar a ayudarme.
-Tu mano…- musité débilmente.
-Lo sé, estará bien. Ahora me importa más que todo esté en orden contigo, así que si te sientes mal llámame y entro al baño, no dudes Andy por favor.
-De acuerdo.- respondí entrando finalmente al baño para ducharme, sí que me sentía asqueroso, y peor aún, Rich me había visto así.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario