28 abr 2010

Capítulo 11: Pero... ¡¿Qué rayos es esto?!

Saori entró lentamente al templo siendo seguida por Saga y Kanon quienes quisieron entrar en seguida de la diosa para poder contemplar todo el desastre que sus compañeros y sus invitados habían ocasionado.

Conforme fueron entrando contemplaron el lujoso piso de mármol lleno de charcos, trozos de comida regados por todo el recibidor, manchas extrañas en las columnas, jirones de seda de distintos colores cubriendo a algunos guerreros y soldados que se encontraban tirados, inconscientes y desnudos sobre el frío suelo, entre ellos eran reconocibles Deathmask de Cáncer, Mu de Aries y el patriarca Shion quien continuaba con su ataque de risa recordando y repitiendo lo que Misty había gritado horas atrás, al ver aquello Camus hizo mueca de fastidio y decidió mirar en otra dirección…

Todo aquel panorama era desastroso y además la mezcla de aromas era insoportable, hedía a alcohol, comida y otras cosas que les eran difíciles de reconocer…

-Pero… ¡¿Qué rayos es esto?!- gritó Saori totalmente furiosa al ver la patética escenita de Shion y los otros caballeros dorados en el suelo.

-¡Ven a ver esto Saori-san!- dijo Seiya muerto de risa al asomarse al salón del trono donde Dohko y Aldebarán se encontraban, uno sobre el otro, encima de la lujosa mesa de caoba.

Saori se acercó a la puerta y al ver aquello dejó caer algunas figurillas de porcelana que traía en las manos, justamente figurillas que planeaba poner para adornar su mesa…

-¡Mandaré a quemar esa mesa! ¡Y por lo visto también a ese par!- gritó aún más enojada de lo que ya parecía estar.

Recorrió el recibidor con rumbo al salón donde se había llevado a cabo la fiesta, le costó trabajo abrir la puerta por lo que Saga y Kanon se ofrecieron en seguida a hacerlo para que Saori viera al resto de caballeros dorados, de plata y soldados en su espectáculo…

-¡Esto no puede ser posible! Me voy un par de semanas y con esto me encuentro…- repetía cada vez más al borde de la histeria.

Saga y Kanon se miraban aguantando la risa lo más posible hasta que Shiryu y Seiya comenzaron a carcajearse escandalosamente desde el pasillo donde Shun, Misty, Shura y algunos soldados habían llevado a cabo su orgía con comida regada por todas partes y múltiples botellas de vino vacías…

Saori aún se encontraba en el salón de la fiesta acercándose a Shaka y a Aioria quienes yacían sobre una mesa abrazados y totalmente alcoholizados, meneó el cabello de Aioria para hacerlo reaccionar recibiendo una respuesta que la pondría más furiosa aún…

-hora ño mami cinco minutitos mnas…- dijo Aioria con aliento alcohólico.

-¡Esto es imposible!- gritó furiosa Saori una vez más haciendo reaccionar a Shaka y a Aioria cosa que les provocó caer de la mesa contra el suelo.

-¡Dioses!- dijo Shaka levantándose con mueca de dolor por el golpe y su dolor de cabeza por tanto alcohol.

-Señorita Kido…- murmuró Aioria mirando a Saori furiosa -¿Qué no se suponía que llegaba hasta mañana?- preguntó confundido.

-¡Ahora resulta que tengo que pedirles permiso para regresar a MI santuario!- gritó furiosa nuevamente haciendo que Shaka se cubriera la cabeza con las manos por el impacto del sonido de la estridente voz de Saori.

-JAJAJAJAJA- se escucharon las carcajadas de Seiya y Shiryu desde el pasillo atrayendo la atención de Saori que quería dejar de ver a ese par de caballeros dorados y los charcos de vino, semen y lodo sobre su caro mármol rosado.

Salió del salón murmurando maldiciones siendo seguida por Camus, Milo y Afrodita quienes no daban crédito del resultado final de la fiestecita planeada y llevada a cabo por Shion.

Sorrento contemplaba todo aquello desde lejos, le parecía increíble que Saga y Kanon estuvieran divirtiéndose tanto al ver a su diosa tan furiosa, se acercó a Kanon quien junto con Seiya parecía muy entretenido viendo a Saori caminar a través de ese pasillo lleno de caballeros y soldados regados entre comida y otras cosas…

-Kanon… ¿No crees que esto puede ir más lejos?- preguntó Sorrento con preocupación en su rostro.

-No creo, sólo castigo y unos cuantos gritos más…- respondió confiado el menor de los geminianos.

De pronto Saori encontró en el suelo dildos, y manchas de aceites aromáticos:

-¿A qué demonios se han dedicado en mi templo?-

Gritaba furiosa mientras trataba de girar sobre sus tacones sin tener en cuenta los charquitos de aceites sobre el suelo, cosa que le hizo perder el equilibrio y uno de sus tacones se rompiera provocando una caída estrepitosa contra el frío mármol, la joven diosa cayó tan fuerte que al golpearse la cabeza quedó inconsciente mientras Seiya se reía de aquella escena…

-Jajajajajaja ¡Saori se cayó!- reía a carcajadas Seiya mientras Shiryu, Sorrento, Saga y Kanon esperaban que la joven se levantase del piso.

Saga y Shiryu se acercaron a la chica que yacía en el suelo totalmente inmóvil, Shiryu se inclinó para revisar que se encontrara bien hasta que…

-¡No tiene pulso!- gritó Shiryu haciendo reaccionar a Afrodita y Milo que se encontraban aún en el recibidor contemplando aquel horrendo desastre.

Corrieron todos a donde Shiryu trataba de reanimar a la joven diosa… Shion se levantó con trabajo del frío mármol aún riéndose de lo que recordaba Misty había gritado, se acercó a donde se hallaban los demás dándose cuenta que algo malo estaba sucediendo…

-¿Qué pasó?- preguntó Shion tambaleándose a un visiblemente angustiado Afrodita.

-Saori se cayó y se golpeó fuerte la cabeza y no respira ni tiene pulso, todo porque se empezaron a burlar sin tomarle importancia…- explicaba con angustia en su voz el pisciano.

-¡Ya déjenla! Es unas diosa, seguro tiene el poder para revivir…- explicaba ceremoniosamente Shion mientras se abría paso entre la multitud para quitar a Shiryu –Ya verán como tengo razón, sólo siéntense y esperen…- concluía quitando de una buena vez a Shiryu y sentándose frente al cuerpo de Saori.

Así, y aún incrédulos de lo que Shion aseguraba, se sentaron mirándose los unos a los otros, algunos con la esperanza de que las conjeturas de Shion fueran ciertas como Shiryu, Sorrento, Afrodita y Milo, otros con la duda de que fuera posible como Saga y Kanon que preferían evitar confrontaciones con el resto y por supuesto no podía faltar el que creía en todo lo que se le decía, como Seiya…

Al cabo de media hora que nada sucedía Shion comenzaba a bostezar mientras el resto miraban cada vez más desesperanzados el cuerpo inmóvil de la diosa…

-Parece que en verdad su cuerpo es humano, y como cualquier humana muere…- dijo con seriedad y un poco de cansancio en sus facciones el gran Patriarca Shion, tomando por sorpresa a Shiryu y Afrodita quienes se sorprendieron por el comentario…

-Entonces… ¿Lo que nos dijo era una simple conjetura?…- preguntó sorprendido Shiryu a un Shion que bostezaba con pesadez.

-Sí, yo nunca dije que estaba cien por ciento seguro de esto ¿O sí?- respondió Shion levantándose del suelo y con expresión ceremoniosa concluyó –Doy por muerta a la señorita Kido, la reencarnación de la diosa Athena, ahora, como Patriarca de este Santuario declaro que mañana se hará el funeral correspondiente y vendremos después del entierro a guardar el luto que a nuestra diosa le hubiere gustado.-

Caminó entre los caballeros que le miraban estupefactos por la actitud de Shion sin poder emitir palabra alguna hasta verlo internarse en su habitación y cerrar la pesada y lujosa puerta detrás de sí.

-¿Es una broma verdad?- preguntó Seiya a sus compañeros quienes le miraban aún más sorprendidos por su pregunta.

-¡No Seiya! Saori está muerta…- respondió Shiryu con tono molesto.

-¡Saori-saaan!- gritó Seiya abalanzándose al cuerpo inerte de Saori –No es posible que ni el dios Hades te haya matado y una orgía de Shion lo haya logrado Saori-san- lloraba inconsolable el Pegaso.

-Parece que hemos quedado al mando total de Shion ahora, será mejor acatar su orden y preparar todo para el funeral de mañana- dijo Saga ante la sorpresa de sus compañeros, quienes aún sorprendidos decidieron actuar con la mayor rapidez posible y preparar todo para el entierro de la diosa de la sabiduría, Athena.

Así, pasaron el resto del día preparando el templo principal para el funeral y haciendo llamadas y preparativos para el respectivo entierro, además de asegurarse que la borrachera se les bajase a todos en el santuario y del aseo profundo del templo principal.

La mañana siguiente se llevó a cabo el entierro de la diosa con toda ceremonia y aparente rectitud por parte de los santos dorados que en su mayoría padecían de fuertes dolores de cabeza y náuseas, Shion parecía serio y totalmente formal, como si la muerte de Saori le hubiera delegado todas las responsabilidades y una madurez excepcional que asombraba a todos…

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