28 abr 2010

Capítulo 2: Apoyo para la organización

Camus se encontraba sentado en la entrada de su templo contemplando la increíble vista que tenía de Atenas…


-¡Camus! Que bueno que te veo…- corrió Milo hacia Camus quien le miró extrañado.

-¿Qué sucede Milo?- preguntó dudoso Camus, conocía a Milo en demasía como para no temer que tramara algo…

-Shion quiere que demos una fiesta el viernes y necesito que te encargues de la comida, si quieres que alguien te ayude tú solo pide ¿puedes ayudarme con eso?- preguntó guiñando el ojo izquierdo en signo de complicidad…

-¿La comida? Vaya, de acuerdo yo me encargo, veré quién me ayude con eso- aceptó Camus con fría sonrisa en señal de aceptación por lo que Milo salió corriendo rumbo a Piscis para pedirle a Afrodita que lo ayudara… sería complicado Afrodita no era de los que eran fáciles de convencer, tendría que usar sus mejores tácticas de convencimiento… cosa que no le desagradaba del todo a Milo…

Entró al templo de Piscis tratando de hacer el menor ruido posible, sabía que Afrodita aborrecía el ruido en su templo por lo que lo busco con tranquilidad, tenían tiempo suficiente para hacer una buena planeación de la fiesta y que todo quedara como Shion quería que fuese… entró al pequeño jardín interior del templo de Piscis para hallar al guardián del templo tendido sobre el pasto descansando… se arrodilló al lado de Afrodita para tratar de llamar su atención sin conseguirlo por lo que decidió tocar sutilmente la mejilla de Afrodita…

-Afrodita despierta- susurró Milo al oído del pisciano logrando despertarlo…

-¿Qué sucede Milo?- abrió lentamente sus ojos posando su mirada en el escorpión quien le miraba atentamente…

-necesito que me ayudes con algo- continuó el escorpión en susurro, Afrodita se levantó pesadamente para quedar sentado de frente al escorpión acto que puso nervioso al ‘conquistador del santuario’…

-¿Qué te ayude en algo? ¿En qué Milo?- preguntó en tono empalagoso para poner aún más nervioso a Milo, le fascinaba ver como el escorpión no sabía qué responder o cómo proceder ante él…

-Shion quiere que demos una fiesta y necesito que junto con Mu te encargues de la organización del templo principal, será a tu antojo yo no te diré nada…- continuó Milo nervioso sin despegar su mirada de la de Afrodita, quien acercó peligrosamente su rostro al de Milo para responder:

-¿Qué gano yo?- acarició con sus labios una de las mejillas del escorpión logrando que Milo abriese en demasía sus ojos en señal de sorpresa por el gesto del pisciano…

-Lo que quieras Afrodita, pero por favor ayúdame con esto- pidió Milo muy nervioso, la cercanía de Afrodita, ese roce de sus labios en su rostro estaban gustándole, nunca había cedido a sus impulsos con Afrodita por lo que su curiosidad y esas caricias de Afrodita estaban volviéndolo loco… colocó su mano sobre la cintura del pisiciano logrando ponerle tenso a éste…

-Con que lo que yo quiera ¿eh?- colocó su mano sobre el fuerte pecho del escorpión ante la mirada de sorpresa de este, acercó sus labios lentamente a los de Milo para tocarlos en un ligero roce, besó lentamente al escorpión logrando que ambos se estremecieran ligeramente, apoyó su cuerpo sobre el de Milo para dejarle tendido sobre el pasto, debajo de su cuerpo…

Milo abrazó a Afrodita mientras le permitía jugar con sus labios, recorrió las espalda del pisciano con la punta de sus dedos para estremecerlo más, gustaba de la sensación de tener a Afrodita sobre de sí estremeciéndose por su causa… la excitación de ambos estaba haciéndose cada vez más evidente por lo que Afrodita se separó ligeramente del cuerpo de Milo para poder liberarlo, y liberarse, de los estorbos, abrió lentamente la camisa del escorpión para acariciar esos fuertes pectorales, se despojó de su toga ante la mirada atónita de Milo, no había tenido la oportunidad de contemplar el cuerpo desnudo de Afrodita de Piscis, con sus manos recorrió aquel cuerpo que le era desconocido al tacto… Afrodita se estremeció aún más al sentir las manos de Milo recorrer su cuerpo, su excitación era ya muy evidente por lo que su ansiedad también iba en aumento.

Abrió lentamente el pantalón de Milo dejando a la vista la fuerte excitación del escorpión, le ayudó a despojarse del pantalón para poder sentirse mutuamente, recostó nuevamente a Milo sobre el pasto para poder recostarse sobre él nuevamente y besarlo, besó el cuello del escorpión arrancándole a este ligeros gemidos de placer, Milo siguió recorriendo el cuerpo de Afrodita con sus manos, acarició los glúteos de éste lentamente disfrutando la tersa piel del pisciano mientras este poco a poco iba descendiendo sobre su cuerpo repartiendo roces y besos sobre su torso y vientre poniendo muy tenso a Milo quién se levantó abruptamente desconcertando a Afrodita.

-¿Estás bien Milo?- preguntó preocupado el caballero de Piscis ante la agitada actitud del escorpión.

-Lo siento- dijo mientras volvía a acercarse al peliceleste para que fuera él quien ahora quedara tendido sobre el pasto, Milo lamió ese cuerpo desde el cuello hasta el vientre lentamente provocando los jadeos de Afrodita, Milo tomó entre sus manos el excitado miembro del pisciano para masturbarle lentamente induciéndole a que se arqueara y emitiera un profundo gemido…

-Milo yo… ahh- gimió Afrodita mientras encajaba sus dedos en la espalda del escorpión quién le miraba complacido, las mejillas de Afrodita iban encendiéndose en rubor con cada movimiento de las expertas manos de guardián del octavo templo.

Afrodita se enderezó lentamente, estaba ya muy excitado y todo aquel jugueteo solo estaba poniéndole más ansioso, mordisqueó el lóbulo de la oreja derecha del peliazul y susurró:

-Hazme tuyo por favor- la voz jadeante de Afrodita animó a Milo a continuar a un paso más acelerado, el pisciano se arrodilló sobre el pasto apoyando después sus manos también, Milo se acercó a la cadera del pisciano y después de ensalivarse un par de dedos los introdujo en Afrodita arrancándole un profundo gemido, comenzó a mover lentamente sus dedos en el interior del pisciano.

La respiración de Afrodita se agitaba cada vez más, Milo comenzó lentamente la penetración a Afrodita quién al sentir el miembro de Milo en su interior se arqueó notablemente, Milo comenzó a moverse en el interior de Afrodita incrementando la velocidad poco a poco, los jadeos de ambos aumentaban conforme el ritmo de los movimientos del peliazul, Milo deslizó su mano hacia la entrepierna de Afrodita para masturbarle, al sentir la mano de Milo estimulándolo Afrodita emitió un profundo gemido, el placer era tal que pareciera que ambos estaban sincronizados…

Juntos llegaron al clímax para después dejarse caer exhaustos sobre el pasto, tardaron varios minutos en recobrar el aliento mientras Milo acariciaba la espalda del aún agitado Afrodita de Piscis…

-¿Me ayudarás con lo de la fiesta?- preguntó aún agotado el escorpión.

-Sí, lo haré, cielos que estoy agotado… mañana me pondré de acuerdo, ¿con Mu dijiste no?- preguntó algo desorientado el pisciano volviéndose hacia el escorpión para mirarle de frente.

-Sí, con Mu, bueno, creo que debo regresar a Escorpión, mañana será un día agitado, te veré después Afrodita- antes de levantarse dio un rápido beso en la frente de Afrodita,  para después vestirse ante la curiosa mirada del peliceleste y se retiró aún agitado…

No hay comentarios.: