17 sept 2010

Uniendo cabos…

II
Uniendo cabos…

Durante el receso Hotsuma y Yuki vagaron por los jardines del colegio, Toko miraba de lejos la escena para averiguar si las sospechas de Shusei eran ciertas, igualmente ni Tsukumo, ni Shusei estaban en la escuela, habían sido llamados por Takashiro para asistirlo en un caso sospechoso. Sabía que si Hotsuma la veía espiar estaría muy molesto, pero su curiosidad era lo suficientemente fuerte como para hacerla alejarse.

–Yuki, ¿crees que Shusei esté harto? –preguntó finalmente Hotsuma.

– ¿A qué te refieres Hotsuma-kun? – Preguntó Yuki preocupado – ¿No has hablado con él de lo que dijo Ashley?

–Sí, pero esa conversación sólo logró llenar mi cabeza de ideas tontas. Hoy me preguntó si estoy bien y me dijo que he estado actuando raro, ¡vaya que lo sé! Pero no puedo evitar desviar mi mirada de la suya.

–Creo que debes hablar con Shusei de lo que estás pensando, sólo él puede aclararte tus dudas Hotsuma-kun. Sea lo que sea que estás pensando tiene que ver con él.

–Dijo que quería morir porque pensó que yo ya no le necesitaba más. Me costó mucho trabajo hacerlo decirme el motivo de su decisión. –explicó finalmente el rubio Zweilt ante la mirada comprensiva de Yuki.

‘Así que tiene que ver con eso. Pobre Hotsuma, definitivamente él y Shusei deben arreglarlo’ pensó Toko aún escondida detrás de un árbol, a unos metros de donde Hotsuma y Yuki seguían conversando.

– ¿Por qué pensó eso? –preguntó Yuki visiblemente afectado.

–Con algunas actitudes que tuve hacia ti. Creo que pensó que tú eras la única persona que podía ayudarme a sanar mis heridas y que con eso yo estaría bien definitivamente, pero no es así; al menos no todo; es decir, sí, me hiciste dejar de pensar en mí como un monstruo, pero… – se detuvo apretando sus puños contra el pasto con fuerza – Pero él me hizo entender que mi poder no es una maldición después de todo, que puedo hacer cosas buenas con la voz de Dios.

–Creo que debes decírselo así.

– ¿Toko-chan? –dijo Yuki sorprendido de verla salir detrás de aquel árbol ante la molestia de Hotsuma.

– ¿Estuviste espiando todo este tiempo?

–Lo siento Hotsuma, es sólo que nos has tenido preocupados. Hace un momento Shusei habló con Tsukumo y conmigo del tema, debo decir que él tiene sus propias ideas respecto a tu actitud. Pero creo que tú debes hablar de forma honesta y directa con Shusei.

– ¿Qué? –preguntó Hotsuma sorprendido.

–Sabes a lo que me refiero torpe. ¡Dios! Sí que puedes ser un idiota y un lento. –Se quejó la joven Zweilt ante la mirada de sorpresa de Hotsuma y la confusión de Yuki –Debemos volver a clase, la campana está sonando, por cierto Hotsuma, seremos nosotros dos quienes regresemos con Yuki a la salida.

– ¿Pasó algo Toko? –preguntó Hotsuma volviendo en sí.

–No lo creo, Takashiro-sama llamó a Tsukumo y a Shusei para que lo asistieran en un caso que podría estar relacionado con Duras.

–Ya veo. Entonces seremos nosotros tres en el camino de regreso a casa. –dijo finalmente Yuki con amplia sonrisa.

–Los veré en la puerta de entrada a la salida. –exclamó Toko dirigiéndose a su salón.

–Vamos a clase Hotsuma-kun. –finalizó Yuki intentando distraer al rubio Zweilt de toda la conversación sostenida minutos atrás.

Al terminar el día escolar Toko salió rápidamente para encontrar a Yuki y Hotsuma, después de todo debían regresar juntos a casa.

 – ¿Todo está bien ahora? –preguntó Luka acercándose a Toko.

– ¡Ah Luka! ¿Viniste por Yuki?

–Sí, Shusei y Tsukumo volverán tarde, así que Takashiro me envió por ustedes.

–Todo está bien con Hotsuma, sólo una malinterpretación, eso es todo.

–Ya veo.

–Luka, ¿todo bien? –preguntó Yuki acercándose al Opast.

–Sí, Takashiro me envió por ustedes, sólo eso.

–Pues vayamos a casa, entre más rápido mejor. – bufó Hotsuma caminando delante de Luka.

–No le hagas mucho caso, está irritable. –rió Toko caminando hacia Hotsuma.

–Tú y yo tenemos que hablar Toko. –musitó Hotsuma mirándola de reojo.

–Claro, claro. ¿Ahora? –preguntó divertida la chica.

– ¡En casa!

– ¿Está todo bien? –preguntó Yuki preocupado.

–Claro, claro. Ya sabes cómo es Hotsuma, se enoja por todo, ¿verdad?

–Sí, sí, sí. Como digas. –finalizó Hotsuma para no volver a emitir palabra alguna en el trayecto de regreso a la Mansión Crepúsculo, pese a que Toko y Yuki charlaban animadamente de los rumores escolares, y Luka observaba todo sin decir nada. Llegaron a la Mansión Crepúsculo entre risas y comentarios sobre deberes escolares, Hotsuma subió la escalera sin detenerse ante la mirada expectante de Yuki, Luka y Toko que enmudecieron por la actitud del rubio.

– ¡Vayan a cambiarse de ropa y vengan a comer! –gritó Tachibana desde el sillón mientras leía una revista.

– ¡Sí! –exclamaron casi al unísono Toko y Yuki subiendo las escaleras para ir a sus habitaciones a cambiarse, tal y como Tachibana había pedido.


– ¿Puedo pasar Toko? –preguntó Hotsuma detrás de la puerta de la habitación de Toko y Tsukumo.

– ¡Claro!

Hotsuma abrió la puerta y miró a la joven sentada sobre la mullida cama esperándolo sonriente. Rápidamente cerró la puerta detrás de sí para evitar que alguien lo viese entrando.

– ¿De qué quieres hablar conmigo Hotsuma? –preguntó Toko curiosa.

–De lo que dijiste en el receso, después de haber espiado mi conversación con Yuki.

– ¡Ah eso! Sólo uní cabos Hotsuma, no hay gran ciencia en ello. –respondió con un guiño la joven Zweilt.

–Por eso mismo Toko, qué cabos juntaste para sugerirme que hablara con Shusei.

–Ahora debemos bajar a comer o Tachibana va a estar encima de nosotros, así que comamos y charlamos después, ¿te parece? Igualmente Tsukumo y Shusei regresarán tarde, están ayudando a Takashiro-sama en un caso sospechoso.

– ¿De dónde sacaste eso?

–De Luka, Takashiro-sama lo envió por nosotros, ¿recuerdas?

–Cierto… –reflexionó Hotsuma –de acuerdo Toko, hablaremos después de comer.

–Bien, vayamos entonces.

La joven se levantó y comenzó a caminar hacia la puerta de su alcoba para salir delante de Hotsuma quien cerró la puerta y caminó detrás de ella hasta el comedor, donde Yuki y Luka aguardaban por ellos para comer juntos. Durante la comida Toko evitó hacer comentario alguno de lo charlado en el receso, sabía que Hotsuma estaba incómodo y lleno de incertidumbre, en la cual ella podría aclararle sus dudas y darle ánimos, después de todo era la única que había podido juntarlo todo y tener una perspectiva más amplia del asunto, como buena chica, era más intuitiva que cualquiera de ellos.


Salieron del comedor sin emitir una sola palabra, Toko fue a su alcoba para hacer sus deberes mientras Yuki y Luka salían al jardín a caminar y charlar un poco. Hotsuma fue con Toko, estaba intrigado, ¿qué era lo que Toko estaba pensando? Y más importante aún ¿qué era lo que, en realidad, estaba aconsejándole?

–Ya vas a decirme o regreso después. –dijo Hotsuma observándola hacer una tarea escolar.

–Estoy por terminar, no tardo más que un par de minutos Hotsuma. –dijo la joven terminando de escribir el reporte que debía hacer – ¡Listo! Ahora sí, vayamos al grano, ¿te gusta Shusei, no es cierto?

– ¡¿Qué?!

–La pregunta fue clara Hotsuma. Te lo pregunto porque, bueno, estabas preocupado porque Shusei pensó que Yuki sería quien te absorbiera y por eso intuyó que ya no era necesario para ti, ¿entendí mal?

–No. Es que no es tan fácil Toko, las cosas con Shusei no son así.

–Shusei piensa que estás actuando así porque te interesa Yuki y no te atreves a decírselo abiertamente. –explicó Toko mirándolo fijamente.

–Shusei… –musitó Hotsuma mirando hacia el suelo –no es eso, en absoluto.

–Me di cuenta de eso. Por eso te dije que uní cabos, mi pregunta fue simple y clara, ¿te gusta Shusei? – volvió a preguntar Toko sin dejar de mirarlo.

–Creo que sí… –musitó Hotsuma ruborizado –no suelo hablar con nadie de esta clase de cosas.

–Lo sé, y menos conmigo; pero creo que debes hablar  con Shusei y decírselo.

–Y si eso logra que él se asuste y se aleje de mí, yo no podría…

–No lo sabrás hasta que no lo intentes, ahora bien, si quieres yo te ayudo. –dijo con un guiño y amplia sonrisa.

– ¿Cómo? –preguntó el rubio mirándola expectante.

–Para empezar midiéndolo, no hay mejor manera de saber si saldrá corriendo que preguntándole cosas que le acerquen a la realidad, ¿no crees? – dijo sonriente la joven.

– ¿Tú qué ganas con esto Toko? –preguntó Hotsuma dudoso.

–Nada, sólo verlos contentos. –respondió con amplia sonrisa la chica.

Hotsuma se asomó por la ventana analizando con cuidado todo lo que Toko le había dicho, sabía que no se atrevería a decirle a Shusei algo como lo que estaba sintiendo así de fácil, así que quizás aprovechar la oportunidad que Toko le estaba dando para probar y medir a Shusei no eran tan mala idea después de todo. Era imprudente e irritable, pero era incapaz de hacer que Shusei se alejara de él, era su mejor amigo, su compañero y a quien confiaba todo, incluso su vida. Vio llegar a Tsukumo y Shusei en un auto de Takashiro; debía confiar en Toko, eso era lo que le estaba siendo más difícil, sobre todo porque les gustaba estar molestándose el uno al otro.

–De acuerdo Toko, voy a confiar en ti. – Dijo finalmente Hotsuma –espero que nadie se entere de esto.

–Eso no puedo prometértelo Hotsuma y tú lo sabes. Tsukumo va a averiguarlo, aunque sé que él no dirá nada.

–Lo sé, gracias entonces. Por cierto, ya llegaron. –dijo saliendo de la habitación de Toko y Tsukumo.

–Bienvenidos a casa. –dijo Yuki contento de verles regresar a la Mansión Crepúsculo.

–Gracias Yuki, ¿cómo está todo en casa? – preguntó Tsukumo sonriente mientras Shusei sonreía ligeramente sin decir nada.

– ¡Bien!, ¿qué puede ir mal aquí? –exclamó Toko bajando las escaleras para recibir a su hermano.

– ¿Y Hotsuma? – preguntó Tsukumo curioso.

–Quizás jugando billar, ya sabemos cómo es. –dijo con un guiño la joven.

– ¿Ya comieron? – preguntó Yuki preocupado.

–Ya, Takashiro-sama nos envió a comer hace un par de horas. Gracias por preocuparte. –dijo Shusei amablemente.

–Por cierto Shusei, yo tengo tus deberes escolares, los pedí a una de tus compañeras. –dijo Toko recordando el asunto de Hotsuma.

–Gracias Toko.

– ¡Claro, claro! –Exclamó la joven sonriente –Pero deben estar cansados, qué bueno que mañana es sábado.

–Un poco, voy a cambiarme de ropa. Les veo después. –dijo Shusei alejándose de ellos.

– ¿Qué está pasando Toko-chan? –preguntó Tsukumo intuyendo que su hermana se traía algo entre manos.

–No mucho, ya sabes, Hotsuma igual de raro; pero como lo he estado fastidiando un poco como que ya se le pasó.

– ¿De verdad?

–Más o menos. –Respondió la joven sonriente – ¡Pero vamos a que te cambies de ropa!

–Claro. Te vemos en un momento Yuki.

–Claro, nos vemos para cenar. –respondió sonriente sentado junto a Luka en el cómodo sillón de la sala. 

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