6 nov 2010

Los juegos de Dohko y Shion…

Recargado sobre una de las columnas del imponente templo de Aries, su guardián contemplaba el horizonte mientras llovía, aquel aroma a tierra mojada solía llenarlo de tranquilidad, el sonido del agua golpeteando contra cualquier superficie estaba llenándolo de una inmensa paz…

Cerró lentamente sus ojos para inundar su ser con aquellas sensaciones que tanto necesitaba en ese momento de dudas, el hecho de que el mejor amigo de su maestro le hubiese besado lo había dejado completamente helado por dentro.

‘¿Por qué lo hizo?’

Se cuestionaba sin parar una y otra vez, incluso intentando no pensar en aquello.

-¿Qué haces Mu?-

Al escuchar aquella voz a su espalda reaccionó alertándose, y en reflejo abrió sus ojos volteando en la dirección donde provenía la misma…

-¿Qué hace aquí antiguo maestro?-

Preguntó el ariano haciendo acopio de toda su templanza, la sola cercanía de aquel hombre en esos momentos lo ponía nervioso, una sensación que sabía, podía darse el lujo de sentir y peor aún, dejar que se notara…

-Vine a verte, después de lo que sucedió me has evitado Mu-

La expresión de aquel renovado caballero de Libra debido al misophetamenos estaba llena de culpas, su mirada entristecida y su bronceado cuerpo totalmente mojado por la lluvia eran un cuadro que Mu, sin tener reacción aparente alguna estaba disfrutando sin entender realmente el porque.

-Estaba completamente ebrio antiguo maestro, creo que ni siquiera estaba usted conciente de lo que hacía o decía-

Al escuchar aquellas palabras que el lemuriano decía con tanta seguridad, parecía llenarse más de culpas empañándose ligeramente su mirada, intentando que no fuera notorio para el obviamente siempre perceptivo Mu de Aries.

Se acercó lentamente al ariano, cabizbajo, como si meditara lo que Mu acababa de decirle hacía unos instantes; se detuvo frente al lemuriano a unos escasos 2 metros de distancia y finalmente levantó la mirada hacia la de Mu, aquel contacto visual provocaba una profunda inseguridad en Mu, estaba poniéndose intranquilo y sabía que no podía permitirse expresarlo por lo que permaneció inamovible e inexpresivo.

-Sé que estaba alcoholizado Mu, pero no fue por ello que te besé y mucho menos fue por ello que te dije que estoy enamorado de ti desde hace mucho tiempo-


La mirada del ariano quedó en blanco al escuchar aquello, recordó aquel beso, la forma en que Dohko acarició su rostro mientras le besaba y aquel contacto de su aliento sobre su cuello mientras le decía que estaba enamorado de él desde hacía mucho tiempo ya…

-¿Mu?, ¿Mu?-

Preguntaba insistente Dohko al ver aquella palidez del ariano mientras le agitaba…

-Yo… no puedo, es amigo de mi maestro, el patriarca de este santuario-

El sentir las manos de Dohko en sus brazos mientras lo había agitado para hacerlo reaccionar, ver esa preocupación del librano, le impulsaron a besar al antiguo maestro casi sin pensárselo.

Las manos de Mu se entrelazaron con las de Dohko quien veía como todo estaba resultándole tal y como lo habían planeado Shion y él…

‘Parece que Shion sí sabe lo que dice’

Pensaba mientras soltaba las manos de Mu para recorrer la espalda del ariano lentamente arrancándole ligeros y ahogados suspiros al muchacho.

‘Le gusta ¿ah?’

Incrementó el movimiento de sus manos en la cadera y posteriormente en el vientre de Mu poniéndole más nervioso y ansioso aún, comenzó a besar aquel blanco cuello, lamiéndolo por instantes degustando su sabor entre gemidos ahogados…

-Yo… ah… nunca he hecho esto…- dijo Mu con respiración entrecortada por todas aquellas sensaciones que le inundaban de golpe.

‘¿Cómo dijo?’

Se preguntó Dohko internamente sin interrumpir su jugueteo en el cuerpo del ariano…

‘Pero Shion me dijo que Mu era más que experto, sólo que era de los que había que llegarles por lo sentimentalista’

Sin pensarlo mucho decidió continuar con aquello, después de todo ¿qué podría pasar? Fuera de que Mu se diese cuenta que todo había sido un juego para él y quizás le odiase no podía pasar nada más, después de todo debían trabajar juntos bajo el mandato de Shion y Athena…

Lentamente despojó al ariano de su toga y recorrió ese atlético cuerpo con sus manos y sus labios ante gemidos que Mu intentaba silenciar cubriéndose la boca con sus manos…

-No te preocupes Mu… esto va a gustarte…- sentenció Dohko mientras continuaba lamiendo el bajo vientre del ariano.


 Ante el sinnúmero de estímulos placenteros que recibía a cada instante Mu ya no podía oponer resistencia lógica alguna, por lo que decidió dejarse llevar totalmente por la pasión que estaba sintiendo, mientras Dohko comenzaba a lamer su erecto miembro Mu rasguñaba a instantes los hombros del antiguo maestro, apretándolos.

-¡Dioses!- gritó Mu cuando sin poder aguantar más eyaculó en la boca de Dohko quien sin pensárselo dos veces succionó todo el semen con suma habilidad.

Dohko se levantó relamiéndose los labios ante un Mu totalmente sonrojado, era completamente novato en aquello y verse totalmente empapado de sudor al lado de Dohko quien lo acariciaba, besaba y tocaba de esa manera; situaciones que estaban haciéndole perder el control.

-Ven acá Mu- pidió Dohko tomando la mano del ariano y llevándolo consigo a un sillón cercano.

Acto seguido ayudó al ariano a recostarse sobre aquel cómodo sillón color marrón en la estancia del templo para recostarse después sobre él y continuar con las caricias y besos furtivos, cada roce del miembro de Dohko sobre el suyo estaban poniéndolo más y más tenso, por lo que el color de sus mejillas pasó de sonrosado a rojo intenso, detalle que por supuesto no pasaría desapercibido por el gran maestro Dohko de Libra, experto en esas artes.

Con toda la habilidad que da la experiencia Dohko abrió las piernas de Mu y levantó su cadera para facilitar la penetración del totalmente ruborizado ariano que estaba dejándose llevar, se sentía seguro al lado de Dohko, se sentía reconfortado que su primera vez fuera con alguien que aparentaba preocuparse por él y además estar enamorado de él desde hacía tiempo ya…

-Tranquilo Mu, al principio te dolerá un poco pero verás como después lo disfrutaremos juntos.-

El tono tranquilizador de Dohko le llenaba de confianza por lo que asintió con una ligera sonrisa mientras Dohko introducía su miembro en el cuerpo de Mu empujando para ir eliminando la resistencia que la estrechez de Mu estaba oponiendo, hasta encontrarse dentro desvirgando a Mu entre ligeros sollozos.

De sus ojos se escaparon algunas lágrimas del punzante dolor que estaba sintiendo, pero a la vez quería que Dohko no se detuviera por lo que colocó sus piernas flexionadas y abiertas sobre la cadera del librano para facilitarle a este la entrada y el movimiento. Al notar esto Dohko se inclinó ligeramente hacia la faz de Mu para besarle apasionadamente y distraerlo del dolor.

Los movimientos de Dohko en el interior de Mu, y de sus manos masturbando el pene del pelilila, fueron haciéndose cada vez más rápidos e intensos, el ariano comenzó a gemir fuertemente por todo aquello junto, no quería ser escuchado fuera de su templo por lo que llevó ambas manos a su boca para silenciarse ante la mirada complacida de Dohko…

Desde las afueras del Templo de Aries, el gran Patriarca Shion observaba y escuchaba, con retorcida sonrisa, todo lo que al interior estaba sucediendo…

‘Vaya que lo consiguió… ese Dohko se merece mi respeto en verdad. Es todo un maestro…’

Pensaba Shion mientras entraba sigilosamente al templo, cuidando no ser descubierto por ambos caballeros, observó relamiéndose los labios aquella escena, sin duda alguna estaba excitándolo por lo que debía pensar con quién mitigar todas esas bajas pasiones que quería descargar. Los ahogados gemidos de su discípulo, aunados a su sonrojo y esa hermosa figura que poseía estaban fascinándole, empezaba a desearlo para sí…

Decidió esperar, mientras cavilaba sobre lo que haría para llevar a Mu a su cama y alejarlo del antiguo maestro Dohko de Libra, quien se caracterizaba por jugar con los novatos haciéndolos adictos a él… Pero sabía que Mu era diferente… no era como todos aquellos que Dohko había llevado a su cama una y otra vez manipulándolos con facilidad.

Salió del templo de Aries ansioso por mitigar su excitación, de cierta manera no estaba tan contento de que Dohko hubiera conseguido su cometido, llegó al templo Principal caminando aceleradamente hacia su habitación para aislarse cuando Shun le llamó en el pasillo…

-¿Señor Shion?- preguntó el santo de Andrómeda llamando la atención del Patriarca.

Shion se dio media vuelta para mirar al caballero de bronce, lo examinó con la mirada lujuriando su delicada figura y esa mirada inocente.

‘Éste será fácil…’

Pensó antes de dirigirse a Shun siquiera…

-¿Dime Andrómeda?- preguntó con voz grave.

-Necesitaba hablar con usted, a solas, no en el pasillo, de preferencia- musitó tratando de no ser escuchado.

-Claro, claro, pasa a mi alcoba, estaba por descansar un momento, pero pasa, pasa…- insistió Shion con ligera sonrisa de satisfacción.

Una vez dentro de la habitación, Shun se detuvo frente a un sillón, Shion se quedó mirándolo desde la puerta hasta reaccionar y cerrarla finalmente, comenzó a acercarse al joven caballero de bronce.

-Siéntate- le dijo mientras se sentaba sobre el sillón -¿Qué necesitas muchacho?- preguntó finalmente cortando el silencio incómodo que se había generado.

-Necesito un permiso para viajar a Japón por unos días- explicó mientras shion, sin hacerle caso, lo miraba y evaluaba –Mi hermano está en problemas, golpeó a un par de oficiales que quisieron detenerlo y ahora tiene cargos en su contra, por eso necesito ir…- finalizó dándose cuenta que Shion estaba raro.

-Claro… claro…- asentía shion sin dejarlo de mirar sospechosamente.

-¿Pasa algo?- preguntó Shun curioso.

-Te daré tu permiso pero ahora me obedecerás ¿De acuerdo?- preguntó con lascivia en su mirada, cosa que hizo dudar a Shun por unos segundos.

-Claro…- titubeó -¿Qué necesita?- preguntó.

-Tú haz lo que te pida y ya… ahora cállate y ven acá- jaló al joven caballero hacia sí para besarlo forzadamente.

Shun no podía creer lo que estaba pasando, era cierto que había sido utilizado por Dohko, quien lo engañó vilmente diciéndole que estaba profundamente enamorado de él y que quería hacerlo su amante… pero no podía negar que aquellas sesiones de sexo con Dohko le habían encantado y se había quedado con ganas de más…

-¡Ah!- gimió Shun despegando sus labios de los de Shion mientras éste le despojaba de su ropa aceleradamente.

Shun comenzó a ayudar a Shion a despojarse de su túnica, tras haber sido desnudado por el patriarca entre besos y toques apasionados en su cuerpo… a esas alturas la excitación en ambos era más que evidente, pero Shion no tenía muchas ganas de detenerse en detalles por lo que sólo necesitaba descargar su excitación.

Jaló a Shun hacia la cama arrojándolo boca abajo hacia la misma e introduciendo uno de sus dedos en Shun, el joven caballero de bronce al inicio se remolineaba entre las sábanas tratando de impedir que Shion lo lastimara, sin embargo, tras fallar en sus intentos terminó cediendo a los jugueteos de Shion.

El honorable patriarca del santuario de Athena se inclinó sobre el joven santo de bronce de manera que su duro miembro rozara con los glúteos del tenso chico…

-¿Te gusta no?- preguntó de forma libidinosa mientras con su mano masturbaba bruscamente el erecto pene de Shun.

-S..Sí… ahh… ya…- se quejaba Andrómeda remolineándose debajo del patriarca.

-Ahora tendrás el honor de sentirme niño…- dijo mientras introducía su enorme miembro en el caballero de Andrómeda.

La brusquedad de Shion provocó que Shun gritara fuertemente de dolor y posteriormente empezara a jadear quejándose por el dolor mezclado con placer que estaba experimentando.

-Dolor es igual a placer niño ¡Apréndetelo!- decía mientras aceleraba sus estocadas en el interior del muchacho peliverde debajo suyo.

-Ya… ah… Shion… ¡Me lastimas!- se quejaba constantemente.

Continuaba frotando fuertemente su mano sobre el sensible y erecto miembro de Shun hasta provocarle la eyaculación, una dolorosa que aunada con la fuerte y brusca ficción que sentía en su interior no estaba haciéndole precisamente gozar del momento, por mucha curiosidad que tuviese de estar con Shion.

Finalmente llegó la fuerte eyaculación del ariano en su interior arqueándose por aquella sensación, Shion salió del interior del muchacho y se dejó caer exhausto en su cama junto al cuerpo agotado de Shun quien yacía aún bocabajo sin poder moverse.

-¿Por qué?- preguntó Shun sollozando.

-¿Qué quieres?- preguntó con hastío el patriarca.

-¿Qué te he hecho para que me lastimas así?- preguntó incorporándose sobre sus rodillas.

Ya te lo dije también el dolor es placentero, sólo hay que saber gozarlo, y con esa actitud de niñata malcriada no lo conseguirás- argumentó volteándose para darle la espalda a Shun.

Estaba furioso, no quería que Dohko siguiera prosperando en sus juegos, y menos con Mu, había algo que le molestaba sobremanera en aquello, no porque gustara de Mu, quizás era un sentimiento paternalista después de todo él lo había entrenado y cuidado casi como si de su hijo se tratase.

Shun observó el extraño semblante de Shion, dándose cuenta de que había algo más, algo profundo en su mente que le hacía actuar de esa manera por lo que se levantó de la cama y acercándose al patriarca se inclinó acercando su rostro al de Shion para besarlo dulcemente:

-Cuando esté más tranquilo vendré a verle- susurró shun apenas separando sus labios de los de Shion, dejándolo helado por aquel comentario.

El joven caballero de Andrómeda se vistió y salió del cuarto para tomar sus cosas e ir a Japón a ayudar a su hermano Ikki.

Shion se quedó inmóvil ¿Acaso era tan transparente como para que sus emociones corrieran y fueran perceptibles para alguien tan ‘débil’ como Shun? ¿Acaso estaba siendo obvio? Tenía, sin duda que sacarse esas estúpidas ideas de la cabeza y buscar la manera de hacer que Dohko dejase esas apuestas que tanto les gustaba hacer a ambos.

-¡No puedo perder tiempo!- exclamó Shion entrando al baño para ducharse –¡Entre más pronto haga algo, más pronto esos pensamientos estúpidos dejarán de rondar mi cabeza! ¡Soy un genio!- rió el patriarca.

Las sonoras carcajadas de Shion resonaron por todo el templo principal haciendo temblar a más de tres soldados que lo custodiaban ¿Acaso estaba planeando algo fuera de lo común ésta vez?

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