Entró a Aries aún asqueado, no quería ver absolutamente a nadie, mucho menos a Saga ¿Qué le diría a su amante? “Me acosté con Dohko” o mejor aún “Dohko abusó sexualmente de mí”, eso seguramente causaría una disputa grotesca que causaría, sin llegar a dudarlo, la muerte de alguien.
Se refundió en su cuarto de baño, se duchó restregando su cuerpo lo más fuerte que pudo hasta causar pequeños rasguños en su torso, piernas y vientre. Algunas lágrimas recorrieron su rostro, sabía que debía superarlo porque si le decía a Saga lo ocurrido éste mataría a Dohko o peor todavía, Dohko le mataría a él y volvería a violarlo en desquite.
Se vistió pesadamente, estaba muy adolorido, entre el dolor muscular provocado por sus forcejeos y los rasguños que se había propiciado tallando su cuerpo con el estropajo, se recostó y cerró sus ojos esperando dormirse para que pasase el tiempo más a prisa, o al menos que no lo notara, y si Saga llegaba a verle seguro le observaría dormir unos minutos y se iría a su templo… a veces Saga era tan predecible y él lo conocía a la perfección.
En el templo principal, Dohko y Shion revisaban cuidadosamente las disposiciones que Mu había hecho de los templos y los visitantes por venir, reían a carcajadas de sólo imaginar la cantidad de aventuras que sucederían en el templo de Tauro con Aldebarán como anfitrión y Mime de visitante, o tal vez en Escorpio con Milo recibiendo a Sorrento en su templo, sería verdaderamente divertido.
-¿Qué es tan gracioso?- preguntó Afrodita ingresando al salón del trono del patriarca.
-Ven a ver esto muñequito- rió Shion invitando a Afrodita a acercarse a ver las anotaciones de Mu.
-Pero… ¿Mime con Aldebarán y Sorrento con Milo?- preguntó asombrado Afrodita, aún él no terminaba de hacer sus cálculos y sus “compatibilidades” según el signo zodiacal.
-¡Vamos Afrodita! Es sólo el alojamiento, nada tiene que ver esto con tu pasatiempo de armar parejitas, si para eso sirves- dijo Shion acercándose a Dohko –entre otras tantas cosas más- musitó riendo.
Dohko aguantó la risa logrando captar la atención de Afrodita quien les miró desconcertado, ¿acaso tomaban a broma su deseo de formar parejas que duraran?
-Espero que en nada afecte a mi misión Shion- se quejó Afrodita indignado.
-Mejor desvístete, ya sabes que me encanta verte sin ropa- rió Shion sentándose en el trono ante las risas discretas de Dohko.
-¿Estás bromeando verdad?- preguntó Afrodita acercándose a Shion.
-¿Te parece que bromeo?- preguntó en tono retador el patriarca.
-No- respondió Afrodita con seriedad.
-¿Entonces?- invitó Shion al pisciano a seguir sus instrucciones.
Afrodita comenzó a desvestirse lentamente ante los ojos de ambos guerreros, haciendo que Dohko comenzara a excitarse y relamerse los labios, ciertamente Afrodita era uno de los guerreros más deseados en el santuario, no sólo por su belleza, sino por sus extraordinarias habilidades en el sexo. Una vez que quitó la última prenda de su cuerpo la arrojó al suelo dejando a la vista de ambos antiguos caballeros su desnudo cuerpo.
-Eres precioso pisciano- rió Shion mirándolo por completo -¡Dohko acércale a nuestro amigo el sillón!- ordenó excitado Shion.
Dohko acercó a Afrodita uno de los sillones que había en el lujoso salón del patriarca, Afrodita miró a Dohko y el sillón sin entender completamente la dinámica de la nueva fantasía de Shion, pero si no la cumplía sus planes de crear parejitas se irían al traste.
-Siéntate Afrodita, por favor- rió Shion con voz ronca por la excitación –y abre tus bellas piernas, ponlas a descansar en los brazos del sillón-
Tras escuchar la instrucción, Afrodita se sentó sobre el sillón abriendo después las piernas para dejarlas descansar sobre los brazos del sillón, y así dejar a ambos ver la hombría, testículos y cavidad anal del sueco.
-¿A poco no es hermoso?- preguntó Shion a un sumamente excitado Dohko que sólo asentía con la cabeza sin poder articular palabra alguna.
Shion se levantó del trono despojándose de la lujosa túnica que cubría su cuerpo dejando que el pisciano le observara cuidadosamente, sin saber qué sería lo que haría con él en esa ocasión. Afrodita observó la naciente erección de Shion y sonrió ligeramente, también gustaba de los juegos de Shion, pero tener a Dohko de testigo sería algo nuevo para él, al menos de forma consciente. El patriarca comenzó a lengüetear uno de los muslos del pisciano arrancándole a éste sonoros gemidos ante la mirada expectante de Dohko quien para formar parte del juego necesitaba la instrucción de Shion, quien parecía muy ocupado acercándose peligrosamente a los testículos del pisciano que comenzaba a masturbarse siendo detenido por una de las manos de Shion.
-Espérate- jadeó Shion lamiendo la base del pene del sueco mientras éste gemía incontrolablemente y Dohko se desnudaba para comenzar a masturbarse.
-Eres malo conmigo Shion…- gimió Afrodita completamente excitado.
-Y te gusta ¿O no?- preguntó con voz ronca el peliverde lemuriano.
-Ahhh si…- jadeaba Afrodita –Házmelo Shion… por favor- suplicaba mientras Dohko se masturbaba contemplando la caliente escena que le ofrecían el pisciano y su mejor amigo.
-Tranquilo Afrodita, será mejor que eso…- jadeó Shion para después introducir la erecta hombría del sueco en su boca, con gran habilidad succionó, lamió y jugó con su virilidad haciéndolo gemir y jadear, suplicar por que se lo hiciera con fuerza…
Shion introdujo un par de dedos ensalivados en la cálida cavidad del pisciano poniéndolo aún más ansioso y llevándolo casi al éxtasis, y a una inminente eyaculación, de pronto Shion se detuvo y se levantó para caminar hacia una de las lujosas mesas que había en el salón, tomó una fina bandeja de plata que contenía diversas frutas y se acercó a un desconcertado y muy excitado Afrodita que observaba a Dohko masturbarse y a Shion acercarse con ¿fruta?
-¿Hambre?- preguntó Shion con tono lascivo.
-De ti Shion, házmelo por favor- rogó nuevamente Afrodita.
-Ya verás bonito…- rió Shion inclinándose nuevamente para introducir una fresa en la boca del sueco mientras con otra mano colocaba la bandeja en el suelo y tomaba unas cuantas uvas para introducirlas por aquella cálida cavidad, Afrodita gimió al sentir aquella húmeda y fría invasión, movió ligeramente su cadera sintiendo aún más frío cosa que le hizo jadear aún más fuerte, Shion no sólo había introducido uvas, también unos cuantos trocillos de hielo…
-Vamos Dohko… es tu turno amigo mío- jadeó excitado Shion retirándose de en medio, para dejar a Dohko penetrar al ansioso y muy excitado pisciano.
Se acercó aún masturbándose hasta enfilar la punta de su virilidad en la sensible entrada y comenzar a penetrar empujando y reventando las uvas que el pisciano tenía en su interior haciéndole gemir y gritar de excitación y mover su cadera en búsqueda de más placer.
Shion acercó su excitado miembro a la boca del pisciano para que este le estimulara llevándolo hasta la eyaculación, una que, por toda la escena estaba llevándolo al más puro éxtasis, al que difícilmente había llegado alguna vez. Dohko se vació al interior de Afrodita mientras éste con su semen baño el fuerte vientre del librano haciéndolo gemir con fuerza, Afrodita quedó tendido y exhausto sobre el sillón mientras Dohko y Shion le observaban con la respiración aún agitada.
-Como te decía Afrodita no hay nada que temer sobre tus planes, todo saldrá como debe salir- respondió Shion tomando su túnica dorada del suelo para volver a colocársela y cubrir su desnudez, mientras Dohko se vestía aún agitado.
-Como sea Shion, espero no me eches a perder mis planes- respondió el pisciano levantándose pesadamente para tomar su ropa y comenzar a colocársela.
-Me tientas…- rió Shion -Ve a tu templo desnudo Afrodita o mejor a mi alcoba- comenzó a carcajearse junto con Dohko, el sueco les miró y tras arrojarle su ropa a Shion y Dohko salió del salón con rumbo a su templo.
-Sí que tiene valor- rió Dohko.
-Para nada, está molesto porque cree que queremos estropearle los planes- respondió Shion tranquilizándose –como sea, ¿vamos a arruinarlos?-
-No lo sé Shion, probablemente se arruinen solos, digo, es Afrodita quien comanda la “misión”, siempre le salen las cosas al revés- rió Dohko caminando hacia la puerta del salón –Te veré después amigo mío, debo ir a alistar mi templo para recibir a Phenril-
-Por supuesto Dohko, nos estamos viendo, ya envíe a algunos caballeros a invitar a nuestros amigos- volvió a reír Shion.
-Quiero saber…- pidió Dohko deteniéndose -¡Anda dímelo!-
-Bien, sólo porque eres mi amigo de siempre- rió Shion –Mandé a Milo a invitar a Mime y a Aldebarán a Sorrento- rió a carcajadas mientras Dohko le miraba desconcertado.
-¿Al contrario de cómo serán hospedados?- preguntó confundido el ‘antiguo’ maestro.
-Sí, verás que desde ya tendremos problemas, porque tanto Milo como Aldebarán no van a aguantarse las ganas de invitar de forma caliente ¿O sí?- rió Shion mirando la expresión de desconcierto de su amigo –Además mandé a Deathmask a invitar a Shun y también a Shura a invitar a Misty, créeme Dohko esto será muy divertido- reía Shion.
-Eso espero Shion, sobre todo que Afrodita al menos concrete algo, sino no querrá volver a acostarse contigo- respondió Dohko.
-No te creas, a ese pisciano le fascina que juegue con él, ya lo viste, siempre termina rogando más atención de mi parte, quizás por eso se molestó también, porque le diste más atención tú que yo- rió a carcajadas Shion levantándose del trono para ir a su habitación.
-Tal vez, te dejo amigo, voy a alistar mi templo- dijo finalmente Dohko saliendo del salón, sin esperar respuesta alguna de Shion.
En su templo Afrodita veía nuevamente su tabla comenzando a elaborar su plan de acción, debía adelantársele a Shion si quería evitar que el lascivo patriarca lo echara todo a perder con tal de estar viendo sexo por doquier en el santuario, ya se imaginaba que Shion estaba invitando a muchos para ver orgías y desesperarlo para así poder follárselo cuantas veces quisiera y lograr desconcentrarlo aún más.
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