“Compatibilidades Astrológicas” rezaba el título de aquel liviano libro que el pisciano hubiese comprado en un bazar durante su última visita al pueblo la semana anterior, sin duda Afrodita estaba aburrido ya que entre sus pasatiempos preferidos no se encontraba el leer, pero cuando entró al bazar el título del libro le pareció más que interesante, más aún porque se trataba de una de las cosas que más le gustaba hacer, aparte de ser la cortesana del santuario: “jugar a la celestina del santuario”; es decir, adoraba estar creando parejitas entre sus compañeros o solaparlos para entonces alimentar sus oídos de historias, engaños, amores… cosas que en verdad lograban distraer su mente de tan monótona vida en las 12 casas.
Hojeó el libro sin darle mucha importancia a las primeras páginas introductorias…
-¡Bah! Pura palabrería…- dijo con desgano –mejor voy directo al índice para saber dónde inicia lo interesante…
Regresó al índice del libro para ver a partir de qué página daban comienzo las compatibilidades astrológicas, justo lo que a él le interesaba…
Primer Capítulo: ¡Que comience el juego!
-¡Justo aquí!- dijo abriendo el libro en la página que comenzaban a explicar en una tabla las compatibilidades…
Observó rápidamente las páginas siguientes y decepcionado arrancó la página de la tabla y acto seguido arrojó el libro a un lado de donde se hallaba recostado.
-Pura palabrería… ¡Pero esto sí que me sirve!- exclamó divertido sosteniendo entre sus pálidas manos aquella hoja amarillenta.
Se enderezó para quedar sentado de frente a la ventana que se hallaba a un lado del cómodo y amplio sillón de piel que estaba en su alcoba.
***
Mientras tanto sus compañeros de batallas se hallaban en la explanada del templo principal charlando para matar el tiempo, siendo observados todo el tiempo por Saori y el honorable patriarca Shion…
-Parece que están muy tranquilos ¿no es así Shion?- preguntó Saori intentando hacer conversación.
-Sí…- dijo un aburrido Shion mientras observaba todo a su alrededor.
-¿Estas harto?- preguntó finalmente la diosa dándose cuenta del desgane de su patriarca.
-No es eso… sólo estoy aburrido y tengo mucho calor- explicó mirando fijamente a su diosa.
-Ya entiendo…- musitó Saori volviendo su mirada a sus guerreros –Quiero ir de viaje a Japón por unas semanas Shion, pero no quiero que me acompañen, necesitan descansar un tiempo y yo también…- explicó Saori con total seriedad.
-Entiendo mi señora…- respondió Shion asintiendo con la cabeza.
-Sólo Tatsumi irá conmigo, debo hacerme cargo de algunas situaciones que se han presentado en la Fundación…-
-¿De verdad no desea que algunos la acompañemos?- preguntó formalmente, por cortesía, el patriarca viendo la posibilidad de que su diosa se fuera y se quedaran solos para descansar a su modo…
-No, Shion… deseo ir sola, además veré allá a Julián- agregó ligeramente sonrojada.
-¡Oh! Ya entiendo…- exclamó Shion satisfecho.
-Me iré esta noche, no quiero despedidas ni nada de eso, prefiero irme sin que nadie se entere- pidió finalmente la joven diosa.
-Así será mi señora- asintió Shion con la clásica seguridad que lo caracterizaba.
-Bien.
Saori se levantó de su asiento y fue directo a su alcoba para guardar sus cosas, tras finalizar con ello avisó a Tatsumi que debían irse y que alistara sus cosas mientras los guerreros seguían charlando animadamente por grupos en las afueras del templo.
-¡Dohko!- gritó Shion para llamar a su fiel amigo.
-¿Qué pasa Shion?- preguntó confundido el librano -¿Necesitas algo?.
-Necesito hablar contigo, pero a solas… por cierto… ¿Dónde está esa cortesana sueca?- preguntó Shion buscando a Afrodita entre los guerreros que se hallaban en la explanada.
-¿Afrodita?- preguntó dudoso Dohko buscando a Saori –En su templo- murmuró finalmente.
-Ah…- murmuró Shion – Saori se irá a Japón un par de semanas, tendremos “China libre”- rio divertido.
-¿Quieres que lo busque?- preguntó Dohko al fin comprendiendo lo que Shion traía entre manos.
-No, iré yo mismo…- dijo poniéndose de pie y caminando hacia el templo de Piscis –Encárgate aquí de todo mientras vuelvo…-
-Sí…- dijo mirando a sus compañeros conversar.
***
Afrodita se encontraba sentado frente al espejo en su alcoba con una libreta… parecía muy concentrado anotando… ¡¿ESQUEMAS?!... sin duda algo extraño estaba sucediendo ahí, Shion miró hacia todas partes en la alcoba del pisciano hasta hallar el famoso libro que Afrodita había comprado y que tenía a todos impresionados por verle comprar un libro.
Tomó el libro y leyó el título del mismo… “Compatibilidades Astrológicas”, comenzó a reír incontrolablemente logrando llamar la atención del pisciano quien le miró desconcertado.
-¿Qué haces aquí Shion?- preguntó Afrodita poniéndose de pie.
-Vine a verte pero pareces muy ocupado haciendo esas bobadas que te encantan, lo que jamás pensé es que cayeras tan bajo como para comprar un libro para ello.
Aquellas palabras resonaron es su cabeza, no le gustaba que se burlaran de él pero era consciente de que ninguno de ellos entendía sus pasatiempos como él lo hacía, nadie disfrutaba verlos emparejados como él lo disfrutaba…
-¡Búrlate todo lo que quieras! Pero esta vez verás que sí haré bien las cosas Shion- sentenció el peliceleste con molestia.
-No te me enojes Afrodita, es sólo que dudo que necesites un libro para estar de celestino del santuario…-
-Este libro me dice qué signos compaginan bien, por lo tanto me es útil, ahora entiendo un poquito más…- explicaba mostrándole la hoja amarillenta con aquella tabla a Shion.
Tomó la hoja y dándose cuenta que era una simple tabla con elementos y signos que “armonizaban” comenzó a reír nuevamente.
-¿De todo un libro sólo te sirvió esto?- preguntó finalmente.
-¡Sí! Y verás que funcionará…- dispuso nuevamente.
-Como digas Afrodita…- dijo acercándose peligrosamente al pez –Ahora te mostraré como el fuego hace hervir al agua…-
Shion acercó la cadera de Afrodita a la suya de un tirón y comenzó a besar el pálido cuello del pisciano arrancándole a éste ahogados gemidos.
-Espera Shion…- murmuraba agitado Afrodita –Te necesito… ahhh…-
-¿Para qué?- preguntó separándose abruptamente del pisciano.
-En esto, verás que también te divertirás…- dijo Afrodita arreglándose el cabello.
-¿Qué? ¡No! ¿Yo qué consigo de esto? ¡Nada!- exclamaba Shion dejándose caer sobre la cómoda cama de Afrodita.
Afrodita se acercó seductoramente y se sentó sobre el vientre del patriarca colocando sus manos sobre el fuerte pecho de Shion…
-Te divertirás…- dijo en tono seductor acercando su rostro al cuello del peliverde –Y verás que el agua hervirá con tu fuego…-
-Eres un manipulador…- dijo Shion –pero me agrada…- acarició los muslos de Afrodita hasta llegar a la ingle del mismo mientras Afrodita besaba el cuello del gran patriarca.
Las hábiles manos de Shion lograron hacer ceder al pisciano terminando él recostado sobre la cama y siendo Shion quien dominara la situación, una mano de Shion sostenía ambas muñecas del pisciano cerca de la cabecera de la cama mientras éste besaba apasionadamente aquellos labios juguetones y su mano izquierda recorría aquel cuerpo que tantas veces había recorrido ya pero parecía no aburrirse de ello…
Despojó al pisciano de su toga sin que éste opusiera la mínima resistencia, los labios de Shion comenzaron a descender por el pecho del pisciano de forma juguetona, soltando finalmente ambas manos del sueco, los gemidos de Afrodita llenaban la habitación y encendían cada vez más al apasionado patriarca quien continuaba calentando al pisciano…
-¡Shion!
Se escuchó el grito de Dohko en la parte inferior del templo de Afrodita, logrando llamar la atención de ambos guerreros…
-¡Rayos!- exclamó Shion molesto -¿Ahora qué?- gritó desde la alcoba.
-¡Baja! Seiya esta molesto porque nadie le dijo que la gata se iba y nos dejaba a los ratones libres.
-¡Carajo!- dijo Shion colocándose nuevamente la toga en su lugar -¡Ya voy!-
-Parece que no será hoy cuando hagas hervir el agua…- rió Afrodita divertido mientras acariciaba su cuerpo desnudo.
-¡Demonios!- exclamó nuevamente mientras lengüeteaba juguetonamente el vientre desnudo de Afrodita –Eso lo veremos… ve a mi habitación a media noche para que me digas en qué te ayudo de tu plan…-
-¿De verdad?- preguntó Afrodita emocionado.
-Sí… dijiste que me divertiría ¿no? Ya veremos pues.
Shion salió de la alcoba dejando a un Afrodita emocionado, excitado y desnudo sobre su cama… Shion y Dohko llegaron al templo principal donde Seiya estaba siendo tranquilizado por Saga y Shiryu…
-¿Qué pasa aquí?- preguntó finalmente Shion.
-¿Por qué nadie me avisó que Saori se iba?- preguntó Seiya ya más tranquilo.
-Porque ella me ordenó que nadie se enterara hasta que se hubiera ido ¿Acaso planeas desafiarla?- preguntó Shion.
-No, pero…- dijo dudoso.
-¿Pero?- preguntó nuevamente el patriarca.
-¿No se supone que debemos cuidarla, protegerla?…- preguntó mirando a los ojos del patriarca.
-Sí, pero también debemos obedecerla y si sus órdenes fueron “Nadie debe enterarse porque quiero ir sola” ¿Qué esperabas que hiciera? ¿Desafiarla yo?- la voz de Shion era segura, calmada, lograba tranquilizar el impetuoso carácter del burro alado y necio.
-Tienes razón…- dijo finalmente Seiya –iré a descansar, ya es noche y tengo sueño…- salió del salón ante la mirada de Saga quien no terminaba de entender la situación.
-¿Por qué se fue sola Shion?- preguntó Saga finalmente cuando Seiya había abandonado el lujoso salón.
-Dijo que debía arreglar unos papeles de la fundación y además quería ver a Julián, dijo que Tatsumi iría con ella y no habría mayores problemas.
La explicación de Shion y su actitud calmada parecían fuera de lo normal, al menos desde la perspectiva del geminiano quien esperaba que alguna idiotez tuviera lugar en el santuario porque Athena no estaba.
-¿Cuáles son tus planes esta vez Shion? ¿Orgifiesta otra vez como las vacaciones pasadas? O… ¿Qué tal un desastroso viaje a alguna playa nudista como la última vez que salimos de viaje juntos?- aquellas preguntas de Saga lograron arrancarle carcajadas a Shion mientras Dohko lo miraba desconcertado.
-Nada de eso, al menos aún no he planeado nada ¿Por qué Saga, quieres algo en especial?- preguntó Shion retomando la compostura y sentándose sobre su trono.
-¡Debes estar jugando!- reclamó Saga acercándose a Shion -¿Te parece que me agradan tus estupideces y vulgaridades?
-La última fiesta te ví muy emocionado con mi discípulo si bien recuerdo…- dijo shion sonriente –Y no digo que sea algo malo Saga, sólo digo que no debes ser hipócrita, ¡Bien que te encanta jugar!-
Aquellas palabras resonaban una y otra vez en la cabeza del geminiano, de cierta manera Shion tenía razón, pero él no había jugado con Mu, el quería estar con alguien, evitar esa solitaria vida a la que parecían estar condenados…
-Como sea Shion, espero no terminen en desastre tus planes.
Salió de aquel salón pensando en lo que pudiera llegar a suceder ahora que Saori había salido de viaje, de nuevo y ésta vez estaban caballeros de bronce, plata y dorados juntos…
-Voy a dormir…- dijo Shion levantándose de su trono –Mañana deberemos ver qué vamos a hacer porque somos muchos y tenemos que ocuparnos en algo… así que propón mi querido amigo…
-Sí Shion- dijo Dohko saliendo del salón del trono.
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