6 nov 2010

Una noche larga

De regreso en el hotel Tsuzuki se internó en la habitación sin emitir una sola palabra ante la expectativa de Hisoka quien le miraba esperando que le dijera algo… un algo que no llegaría, por lo menos no en ese preciso momento… o al menos no el ‘algo’ que quería escuchar:


-Voy a bañarme- dijo secamente Tsuzuki sumido en sus pensamientos y preocupaciones mientras Hisoka sólo le veía preocupado…


-Sí Tsuzuki…- atinó a responder el joven shinigami.


Se levantó de la cama en la que se había sentado para mirar a través de la ventana, el viento soplaba fuertemente entre las ramas de los árboles generando un agudo sonido, ese sonido que le recordaba aquella noche en que vio a Muraki asesinar a aquella chica… la noche en la que le violara y le maldijera provocándole una muerte lenta y agónica…


Sintió escalofrío y decidió alejarse de la ventana, sabía que no podía seguir pensando en aquello ya que sólo causaría más preocupaciones en Tsuzuki, lujo que no podía darse, no cuando quizás Muraki estuviese detrás de los recientes asesinatos en Nagasaki…


‘Seguramente intenta atraer de nuevo a Tsuzuki, estoy seguro que ahora no se dará por vencido hasta lograrlo…’


Bajó la mirada pensativo, sentía miedo de que Muraki pudiera conseguir su objetivo esta vez y obtener a Tsuzuki… no quería perder a Tsuzuki, no cuando por fin estaba aprendiendo a demostrar sus sentimientos hacia su compañero y con tantos altibajos…


Tsuzuki salió del cuarto de baño para encontrar a un Hisoka sumergido en sus pensamientos, parecía preocupado… sabía la razón y no quería recordársela a sí mismo.


-Hisoka ¿Estás bien?- preguntó Tsuzuki mientras caminaba hacia la ventana sin voltear a mirarle.


-Sí, estoy bien, sólo estaba pensando en la chica de hace un momento…- dijo apenado el joven.


-Ya veo… creo que estará bien pero quien quiera que sea que libere a esos dragones querrá volver a atacarla, debemos vigilarla- dijo convencido con un dejo de temor en su tono de voz.
-Sí, tienes razón, mañana iremos a buscarla, creo que debemos descansar…- se recostó sobre la cama cubriéndose con las sábanas -buenas noches-


-Buenas noches Hisoka- respondió Tsuzuki sin dejar de mirar por la ventana.


‘¿Acaso Muraki estará detrás de todo esto?... no puede ser… ¿Qué estará buscando esta vez?’


Pensaba incesantemente sin sentir que el tiempo pasaba rápidamente… al notarlo miró a Hisoka dormir plácidamente, se sentó sobre la cama que le correspondía para poder seguir mirándole cuando el chico despertó abruptamente algo agitado, había recordado la noche en que Muraki le había ultrajado y maldecido.


-¿Todo bien Hisoka? – preguntó Tsuzuki preocupado por el estado de angustia de su compañero.


-Otra vez esas pesadillas…- dijo entre jadeos para recuperar el aliento, clavó su mirada en la de su compañero quién le miraba con preocupación.


-¿Hisoka?- al escuchar esa preocupación en la voz de Tsuzuki, se lanzó a abrazarlo fuertemente.


-Dijiste que te quedarías conmigo, que vivirías para mí ¿verdad?- dijo entre lágrimas recordando que Tsuzuki estuvo a punto de quitarse la vida gracias a todo lo que Muraki le había hecho sentir y a recordar su doloroso pasado.


-¿Hisoka?- preguntaba confundido Tsuzuki mientras le abrazaba contra su pecho y acariciaba su cabeza con una de sus manos –tranquilo, estaré contigo… tal y como lo prometí…-


Levantó su mirada para encontrarse con la de Tsuzuki y levantó el cabello que le cubría parte del rostro, con el roce de su mano en el rostro de su compañero sus mejillas se arrebolaron y bajó tímidamente su mirada.


Se sentía ridículo por la forma en que estaba actuando, se sentía protegido al lado de Tsuzuki su ternura para con él le había enseñado tantas cosas… definitivamente temía perderlo…


-Sé que temes que Muraki esté detrás de estos asesinatos, y que odias que otras personas mueran porque sientes que es tu culpa…- dijo con la cabeza baja mientras las lágrimas recorrían sus mejillas cual ríos, Tsuzuki le miraba comprensivo y a la vez temeroso que sus sospechas fueran ciertas.


- Escucha Hisoka, si Muraki está detrás de esto iremos tras de él como ya habíamos decidido, sin importar qué suceda, no dejaré que te haga daño- dijo seguro de sí mismo mientras sujetaba al menor de los hombros fuertemente y éste le miraba con los ojos aún llorosos.


-Tsu…zuki- murmuró al sentir esa seguridad y mirar el nerviosismo a través de la mirada amatista de su compañero. Hisoka acercó lentamente su rostro al de Tsuzuki como midiendo la reacción e este ante su acercamiento, al notar que la expresión de él no había mostrado algún rechazo besó tímidamente esos labios que tanto tiempo había tenido curiosidad de probar…


Al sentir el contacto, Tsuzuki abrazó suavemente a Hisoka acariciando delicadamente su espalda, el beso poco a poco fue haciéndose más y más profundo, dándose espacio para retomar el aliento de vez en cuando…


-¿Hisoka?- preguntó con un tono confundido Tsuzuki, al no comprender el motivo de Hisoka para besarle.


-Si te molestó lo lamento, pero… yo… te quiero Tsuzuki, sé que normalmente soy frío y grosero pero, me has enseñado mucho y tengo mucho miedo de perderte- las mejillas de Hisoka se encendieron con la confesión arrancando de Tsuzuki una sonrisa tierna y llena de cariño.


Tsuzuki acarició el rostro de Hisoka provocando que las esmeraldas de este se abrieras de sorpresa al ver que Tsuzuki correspondía sus sentimientos. Le abrazó de repente como no queriendo dejarle ir de entre sus brazos mientras el mayor acariciaba su espalda y jugueteaba con su cabello.


-Te quiero Hisoka- dijo finalmente Tsuzuki sonriente –no haría nada que te dañara-


-Lo sé, juntos acabaremos con Muraki ¿Verdad?- concluyó confiado Hisoka.


-Sí, mientras estemos juntos todo saldrá bien- respondió Tsuzuki antes de abrazar nuevamente a Hisoka y besarle tiernamente, el menor acariciaba la nuca y hombros de su compañero mientras este acariciaba parte de su espalda y cintura.


De pronto se escuchó un poderoso estruendo proveniente de la calle, ambos se quedaron mirándose un par de segundos antes de reaccionar y salir corriendo a ver qué sucedía.


Al salir del hotel pudieron ser testigos de cómo un dragón más atacaba a un par de jóvenes que intentaban huir a toda costa pretendiendo salvar sus vidas.


-¡Hisoka ayúdales a escapar! Yo me encargo del dragón- gritó Tsuzuki mientras atraía la atención de aquel descomunal monstruo.


Hisoka preocupado corrió hacia ambos jóvenes quienes habían tratado de salir ilesos, sin embargo uno de ellos había recibido un fuerte zarpazo de aquel engendro, mientras trataba de ayudarles lo mejor que podía, estaba pendiente de cómo llevaba el asunto su compañero, de pronto mientras Tsuzuki invocaba a Suzaku una deslumbrante luz a un lado del dragón llamó la atención de Hisoka, poco a poco iba descubriéndose una silueta en aquella luz, era un hombre…


-¡Fuego!- gritó Tsuzuki para que Suzaku disparase su fuego divino y purificador contra el dragón, que al recibirlo fue desapareciendo lentamente mientras se escuchaba una fuerte carcajada.


-Que gusto volver a verle Tsuzuki- la silueta que había estado descubriéndose por fin había delatado al creador de aquellas criaturas… Muraki Kazutaka.


-Muraki…- musitó furioso Tsuzuki al verle.


-Parece que no se alegra de ver que estoy vivo, después de nuestro último encuentro de Kyoto- rió irónico el retorcido doctor Muraki.


-¿Qué es lo que quiere ahora Muraki?- preguntó enfurecido Tsuzuki, sus ojos estaban encendidos del coraje que sentía dentro de sí al ver que ese siniestro ser seguía con vida y que era seguro que entre manos trajera nada bueno.


-Sólo verle Tsuzuki, sabe que mi único propósito es verle sucumbir, ser el único que le vea, que sea mío- rió nuevamente mientras se acercaba lentamente al mayor de los shinigami.

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