Muraki aún esperaba ansioso la llegada de Tsuzuki, había calculado cada uno de sus movimientos cuidadosamente, sabía que llegaría solo, que estaba furioso y lo mejor de todo, manipularía las cosas para lograr su cometido: utilizar el cuerpo de Tsuzuki, tras hacerlo suyo,., para traer a su maldito medio hermano de nuevo a la vida y poder matarlo con sus propias manos, todo para vengarse.
Tsuzuki hizo su aparición en la escena del crimen, intuía que Muraki aún estaba cerca, de cierta manera sospechaba lo que el perverso médico se traía entre manos…
Se acercó lentamente al cadáver para inspeccionar, todos sus sentidos estaban alerta para percibir cualquier mínimo movimiento o sonido y poder reaccionar a tiempo…
***
En el hotel, GuShoShin cuidaba de cerca de Hisoka quien comenzaba a despertar por el frío que traía consigo el amanecer…
‘Espero que no se moleste por haberse quedado aquí mientras Tsuzuki-san se enfrenta con ese asesino doctor…’
Pensó GuShoShin, aunque no estaba enterado de la situación sabía que Tsuzuki-san estaba profundamente preocupado por el joven shinigami, y que no quería que éste fuera a ponerse en peligro…
-¿GuShoShin?- preguntó el muchacho logrando que reaccionase.
-¡Sí! Buenos días Hisoka-san- saludó evitando parecer nervioso.
-¿Pasa algo?- preguntó Hisoka intuyendo que algo estaba pasando.
-Nada, quise venir a verlos, pero ya sabes como es Tsuzuki-san, un glotón así que fue por algo de comer- rió GuShoShin.
-Ya veo…- musitó desilusionado el joven shinigami.
-Descansa Hisoka-san, en un momento regresará y podremos seguir con la investigación del caso- dijo con aparente seguridad.
-Sí…- murmuró el ojiverde más tranquilo recostándose nuevamente.
‘Espero nada malo pase…’
GuShoShin estaba verdaderamente preocupado por Asato ya que había ido solo a enfrentarse al demoníaco doctor Muraki, de quien ya se conocía lo lejos que sería capaz de llegar para apoderarse de Tsuzuki y cumplir sus fines perversos.
Miró a través de la ventana esperando a que Hisoka se aburriera y durmiese nuevamente para poder ir a auxiliar a Tsuzuki sin que el muchacho lo notara… el nerviosismo de GuShoShin podía ser percibido por la extraordinaria sensibilidad de Hisoka quien fingió comenzar a dormirse para medir las reacciones de su cuidador quien parecía estar más que pendiente de si dormía o no…
El joven shinigami cerró sus ojos aparentando estar profundamente dormido para averiguar qué era lo que estaba sucediendo y le estaban ocultando para evitar que se preocupara, GuShoShin al ver que Hisoka, aparentemente, había vuelto a dormir desapareció de la habitación de hotel con rumbo a donde se hallaba Tsuzuki ya frente a frente con Muraki…
***
-¿Qué demonios quieres esta vez?- preguntó visiblemente furioso Tsuzuki al doctor que le miraba a un par de metros de distancia.
-A ti- dijo mirándolo fijamente.
Aquella fría y perversa mirada de Muraki logró hacer que Tsuzuki sintiera un punzante escalofrío a lo largo de su columna vertebral, sabía que estaba hablando en serio, recordó que durante la misión de Kyoto había estado más que cerca de ser utilizado por Muraki para traer a la vida de nuevo a su medio hermano y así poder matarlo él mismo, pero de una u otra manera había logrado reaccionar y herir a Muraki para poder hacer la invocación a Touda* planeando su propia destrucción para evitar dañar a alguien más.
-¡No voy a perdonarte lo que hiciste con Hisoka!- desafió retomando su compostura.
-Mientras tenga ese conjuro que le puse puedo hacer lo que quiera con él- rió retadoramente –Y ahora Tsuzuki-san, serás mío- sentenció.
A la vez que su tono amenazante desafiaba al shinigami, Muraki conjuró un enorme dragón de 3 cabezas que desde salir del pentagrama comenzó a lanzar fuego por doquier, Tsuzuki intentó esquivar los ataques del dragón mientras invocaba a Suzaku para contrarrestar los ataques del dragón, y de ser posible eliminarlo de una buena vez junto con su creador, aunque odiaba tener que hacer daño a los demás sabía que no existía salida alguna más que acabar con Muraki aunque eso significara sacrificarse.
GuShoShin apareció justo cuando Suzaku peleaba con el dragón tricéfalo y Tsuzuki evitaba los constantes ataques directos de Muraki quien no parecía inmutarse por nada…
-Debo hacer algo…- musitó el guardián bibliotecario del Meifu.
Evaluó cuidadosamente la zona en que se hallaban buscando algo que pudiera ayudarlo para evitar que Tsuzuki cayera en manos de Muraki nuevamente y que ésta vez pudiera ser definitiva y fatal…
Casi inmediatamente después de su llegada a aquel lugar, apareció Hisoka quien horrorizado vio aquel enfrentamiento, sabía que Muraki lo daría todo con tal de conseguir llevarse a Tsuzuki, la última vez lo había logrado aunque no concluyó bien para Muraki, había llevado consigo a Tsuzuki a tal grado que lo guió hasta buscar su propia autodestrucción… él, Hisoka, había logrado que Tsuzuki decidiera vivir, por él y para estar a su lado…
-¡GuShoShin! ¿Porqué no me dijiste de esto?- preguntó angustiado el menor de los shinigami.
-Hisoka-san lo siento, no pensé que llegara a tanto, Tsuzuki me pidió que te dejara dormir porque estaba preocupado por ti…- explicó el bibliotecario.
-¡Hay que hacer algo rápido!- exhortó Hisoka buscando la manera de ayudar a Tsuzuki.
Un rayo de luz logró deslumbrarlos a ambos y encender un árbol cercano llamando la atención de Hisoka hacia donde había surgido dicha luz… Muraki.
-Parece que ya llegaron tus refuerzos Tsuzuki-san- dijo burlonamente el asesino doctor.
Tsuzuki desvió momentáneamente su mirada hacia Hisoka y GuShoShin quienes le miraban angustiados, apretó su puño y comenzó a invocar a Byakko para poder concluir con aquello de una buena vez, sabía que Hisoka estaba débil para pelear siquiera…
-¡Tsuzuki!- gritó angustiado Hisoka al ver que Muraki atacaba a su compañero mientras éste hacía la invocación.
El ataque de Muraki no impidió que Byakko emergiera y pudiera atacarlo pero logró derribar a Tsuzuki un par de metros hasta estrellarse con un árbol.
Byakko y Suzaku atacaban sin piedad alguna al dragón y a Muraki quienes respondían y evadían los ataques hábilmente, Tsuzuki se sentía impotente, no podía moverse y sangraba profusamente por las heridas y el duro golpe al estrellarse, pero quería dar un último golpe antes de perder el sentido, no dejaría jamás que Muraki volviera a dañar a Hisoka, no mientras él estuviera vivo aún…
-¡Ahora Suzaku! ¡Ahora Byakko!- exclamó para que ambos shikigami atacaran a sus contrinctantes, creando una fuerte explosión…
Tsuzuki observó herido cómo Byakko y Suzaku atacaban aún, tanto al dragón tricéfalo, como a Kazutaka mientras Hisoka y GuShoShin le hablaban sin que él pudiera entenderlos siquiera, hasta perder totalmente el conocimiento.
Hisoka se abrazó a su compañero esperando a que tanto Byakko como Suzaku derribaran a Muraki y su dragón, siendo el último el primero en ser destruído con el poderoso ataque de Suzaku…
Muraki miró a Hisoka abrazando a Tsuzuki y comenzó a caminar enardecido hacia el joven shinigami…
-¡Quítale las manos de encima! ¡Será mío aunque tenga que matarte!- gritó furioso Kazutaka.
Hisoka le miró aterrorizado al recordar lo que la tarde anterior había sucedido y todas aquellas sensaciones a las que había sido conducido gracias a ese conjuro que también le había arrebatado la vida a sus dieciséis años.
De pronto, antes que Muraki pudiera atacar directamente a Hisoka y Tsuzuki, Byakko se colocó amenazante delante de ambos shinigami para protegerlos, y detrás del perverso doctor surgieron sombras en el suelo que poco a poco se tornaron en una silueta humana.
-¡No dejaré que ataque a mis compañeros doctor Muraki!-
Aquella voz le resultaba familiar, pero no quería seguir perdiendo su tiempo con más contratiempos, tenía que actuar rápido y llevarse consigo a Tsuzuki costase lo que costase…
-¡No tengo tiempo para seguirlo perdiendo Tatsumi-san!- exclamó harto Muraki y con mirada desafiante –Ahora verán de lo que soy capaz-
Del suelo salió un enorme pentagrama dorado del que surgió un dragón aún más enorme que el anterior cuyos ataques estaban creando un caos total en aquel parque público.
Tatsumi sabía que si se enfocaba al dragón Muraki iría por Tsuzuki y Hisoka, por lo que sin importarle nada se abocó a atacar directa y constantemente a Muraki, quien evadía los ataques hasta ser derribado fuertemente…
‘No puedo seguir así, debo cumplir mi objetivo… será después, si esto sigue así no lograré nada…’
Pensó mientras dirigía un ataque a GuShoShin, logrando ser detenido por Tatsumi… aprovechó la distracción de todos en ello para escapar de ahí para atender sus propias heridas y esperar al momento perfecto para cumplir sus venganzas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario