12 dic 2009

¡Respóndeme!

Tsuzuki llegó al paraje donde había dejado a Hisoka horas antes sin hallar a su compañero.

-¿Y ahora dónde se metió?- se preguntaba mirando hacia su alrededor buscando a Hisoka.

-¡Tsuzuki-san!-

Aquella voz le hizo reaccionar volviendo su mirada hacia uno de los GuShoShin quien lo miraba con algo de angustia.

-¿Qué pasa GuShoShin?- preguntó intentando aligerar la tensión.

-Tatsumi-san necesita darles una información importante con respecto al caso…- se detuvo notando que Hisoka no se encontraba allí -¿Y Hisoka-san?-

-No lo sé, hasta donde lo seguí lo dejé aquí esta mañana y como andaba de mal humor otra vez preferí no discutir con él, por eso nos dividimos… pero sí estoy seguro que en el hotel no está, creo que fue un error separarnos- expresó cabizbajo el mayor de los shinigami.

-Tsuzuki-san…- murmuró GuShoShin mirando la tristeza en Asato –lo encontraremos sin duda…-

-Tenemos que…- aseveró Tsuzuki viendo que Muraki abandonaba el hospital frente a aquel sitio.

Corrió sin decir una sola palabra, se acercó a Muraki tomándolo por sorpresa apretando su cuello y acorralándolo contra la pared…

-¿Qué has hecho con Hisoka?- preguntó con la mirada llena de coraje.

-Vaya que sigo adorando esas amatistas tuyas…- rió Muraki logrando enfurecer más a Tsuzuki.

-¡Responde lo que te cuestioné maldición!- gritó zarandeándolo.

-Nada… el vino a mí, yo sólo le di lo que tanto suplicó- respondió zafándose de las manos del shinigami quien lo miraba desconcertado y negando con la cabeza…

-No… ¿Qué has hecho?- preguntó nuevamente a gritos.

-No lo maté Tsuzuki-san… ya te dije sólo le di lo que suplicó…- rió mirando con desprecio aquella preocupación en Tsuzuki por aquel mocoso.

-Deberías mirarme como lo miras Tsuzuki-san…- musitó Muraki captando la atención de Tsuzuki.

-¡Estás enfermo!... ¿Dónde? ¿Dónde está Hisoka?- insistió amenazante con su puño levantado.

-Saliendo del hospital, ahí viene…- respondió logrando que Tsuzuki volteara a mirar a un ensimismado Hisoka aproximarse a ellos.

Notando la distracción del shinigami, Muraki desapareció del lugar sin dar oportunidad a que Tsuzuki le atacara… al menos no todavía.

-¡Hisoka!- exclamó Tsuzuki corriendo hacia el muchacho tras darse cuenta que el doctor había escapado.

-Tsuzuki…- murmuró Hisoka al ver a su compañero con la angustia reflejada en el rostro, sin poder evitar que sus ojos se empañaran al recordar todas las humillaciones de las que fuera víctima hacía sólo minutos atrás.

Tsuzuki miró la profunda tristeza de su compañero envolviéndolo con sus brazos y repitiéndole constante mente que todo saldría bien…

Llegaron al hotel sin emitir una sola palabra más, GuShoShin les miraba a ambos desconcertado, lograba percibir la profunda decepción de Hisoka y la preocupación de Tsuzuki, sabía que algo malo había sucedido e intuía que algo mucho peor estaba por venir…

El atardecer en Miyazaki lucía esplendoroso, el sol ocultándose teñía el cielo con diferentes tonalidades convirtiendo aquello en un espectáculo maravilloso, Hisoka y Tsuzuki observaban aquello desde una pequeña terraza en su hotel sin dirigirse siquiera una mirada.

-Sé que no quieres hablar de ello pero es necesario…- dijo Tsuzuki sin mover su mirada del horizonte.

Hisoka permaneció impasible, como si no hubiera escuchado la petición de Tsuzuki quien al notarlo desesperó y agregó:

-¡Respóndeme! Por favor…- la preocupación en la voz de Asato era evidente.

Hisoka volvió su mirada hacia la de su compañero, se sentía humillado, insultado, pero a su vez también estaba sintiendo todas aquellas sensaciones de nuevo en su cuerpo, como si con todo lo sucedido aquella obsesión enferma se hubiera consolidado en vez de desaparecer.

-Yo…- dijo apenado el muchacho.

-¿Qué?- preguntó Tsuzuki mirándolo fijamente.

-Es que…- desvió su mirada hacia el suelo –yo he estado deseando a Muraki… que me haga suyo…-

Tsuzuki sintió un fuerte escalofrío que recorrió su cuerpo completo sobre todo tras escuchar aquella confesión de Hisoka con su voz quebrada…

No pudo articular palabra alguna, estaba preocupado por Hisoka, temía que aquello tuviera que ver con el conjuro del que había sido presa antes de morir. Volvió su mirada hacia el anochecer, no sabía qué decir y aquel silencio comenzaba a desesperar a su joven compañero…

-No sé que decirte Hisoka, yo…- le miró fijamente –quiero ayudarte pero no sé cómo-

-Me hizo suyo de la forma más humillante que pudo hoy- comenzó a explicar –sus manos recorrieron mi cuerpo por completo, me rasguñó a placer, me mordió, introdujo una vela y logró lastimarme mucho, aún me duele todo…-

Todo aquello estaba logrando que Tsuzuki se asqueara de tan sólo imaginar la penosa situación a la que hisoka había sido sometido.

De pronto las lágrimas comenzaron a emerger de aquellas esmeraldas del menor de los shinigami mientras procedía con toda su explicación. Tsuzuki se acercó lentamente a su compañero y le abrazó fuertemente sintiendo como su corazón se encogía con aquella desesperación y profunda tristeza que denotaba Hisoka.

-Voy a cuidarte Hisoka, tranquilo, verás como todo esto pasará y serás libre por fin de ese maldito asesino-

La furia que Tsuzuki sintió al ver a su compañero en esa situación logró ser percibida por Hisoka quien en seguida se separó de Tsuzuki jadeante.

-Lo lamento…- musitó Asato preocupado por el menor.

-No te preocupes, te agradezco que te preocupes por mí- dijo con un ligero esbozo de sonrisa.

Desde un edificio cercano Muraki vigilaba de cerca la mayoría de los movimientos de ambos shinigami.

‘Voy por buen camino’

Pesó el perverso doctor percibiendo el coraje en la mirada encendida de Tsuzuki, regresó al sillón que se encontraba junto a la ventana para continuar elucubrando su plan, esperaba de una vez por todas tener a Tsuzuki y poder al fin utilizarlo para cumplir su objetivo de venganza…

‘Ésta vez sí te mataré con mis propias manos Saki…’

Salió de la habitación del hotel donde se hallaba y caminó nuevamente hacia aquel parque donde había interactuado con el joven shinigami, lugar donde ya había cometido 3 de los 4 asesinatos registrados, a lo lejos divisó a un joven trabajador que caminaba apresurado, al parecer rumbo a su hogar…

-¡Tsuzuki-san!- exclamó GuShoShin logrando despertar a Tsuzuki durante la madrugada.

-¿Qué sucede?- preguntó alarmado.

-Otra víctima ha aparecido, en aquel parque cerca del hospital…-

Tsuzuki se levantó rápidamente alistándose casi de inmediato, y caminó hacia la puerta volviéndose hacia GuShoShin nuevamente…

-¿Hisoka sabe?- preguntó angustiado.

-No, no le he dicho nada, ahora mismo voy…-

-¡No! Iré solo, cuídalo en mi ausencia, costó trabajo hacerlo dormir…-

El mayor de los shinigami salió corriendo de la habitación sin pensar en otra cosa que no fuera atrapar a Muraki y vengarse de lo que había hecho con Hisoka…

No hay comentarios.: