25 dic 2009

Después de la tormenta viene la calma: Un nuevo amanecer

El sol sale imponente, con aires de verano aunque aún es primavera, las vacaciones de verano están por comenzar y el retorno a las vidas normales no es fácil después de una batalla que representa grandes dolores y una pérdida irreparable…

Dos días habían pasado desde la fatídica batalla y Michiru aún no quería salir de la habitación que tenía en su apartamento, después de la batalla había regresado junto con los demás a la Mansión Kido, pero momentos después había decidido regresar a su departamento, Setsuna y Hotaru permanecieron con los demás por petición de la propia Michiru y parecía que todo, poco a poco, volvía a la normalidad aunque la mayoría aún recordaban la partida de Haruka y ver a Michiru destrozad por lo mismo.

-¿Estás mejor Mina?- preguntó Saga llevando una bandeja con pastelillos y dulces.

La chica le miró sonriente, y se levantó del sillón para recibirlo en el pequeño salón en que se encontraba esperando a sus amigas para charlar.

-Sí, ¿y tú cómo estás Saga?-

-Mejor también, Tatsumi me pidió que subiera esto para ustedes porque dijo que tendrían una “reunión de chicas”-

Mina comenzó a reír tras escuchar aquello, sabía lo gracioso que se escuchaban esa clase de referencias como “el club de las chicas y el club de los chicos” o “el día de las chicas y el día de los chicos”… una vez que saga dejó la bandeja sobre la mesa confundido se acercó a la joven guerrera quien no podía parar de reír por lo ocurrido; la joven se abrazó al fuerte guerrero aún entre risas y haciéndole esfuerzo de detener su risa le besó la mejilla logrando ponerlo nervioso.

-¿De qué tanto ríes?- preguntó preocupado y nervioso.

-Tonterías…- respondió quitándole importancia al asunto –Gracias por cuidarme todo este tiempo Saga-

La mirada llena de agradecimiento y ternura de la chica frente a él le conmovió, con su mano acarició la mejilla de la joven ruborizándola intensamente, acercó sus labios a los de la chica y la besó con ternura abrazándola fuertemente como no pudiera en aquella ocasión debido a las lesiones de su amada.

-Me preocupa Michiru ¿sabes?- musitó la rubia joven entristecida al recordar a su amiga.

Saga le miró y comprendió que ellas estaban más unidas que lo que parecía en verdad. Levantó el rostro de mina con un par de dedos y le sonrió para tratar de infundirle clama, no podían hacer mucho, sólo estar ahí para ella.

-No la dejen sola…- sugirió Saga –es normal que sufra por la pérdida de Haruka, pero dejarla sola aunque ella lo pida no solucionará nada.

-Tienes razón- musitó Mina comprendiendo lo que Saga trataba de decirle –Iré a verla en un momento más, gracias.

Tras agradecerle la sugerencia la chica besó nuevamente al guerrero acariciando su rostro, estaba feliz de haberle conocido y además de que sus sentimientos hacia él fuesen correspondidos.

Saga salió del salón, en el pasillo se encontraban Amy y Rei que sólo le miraban con sonrisa cómplice y tras su partida ingresaron al salón donde Mina estaba sentada mirando hacia el gran ventanal.

-No podemos dejar sola a Michiru en un momento como este chicas- dijo Mina con absoluta seriedad, cosa que llamó poderosamente la atención de sus amigas.

-¿Y qué propones Mina?- preguntó Amy curiosa.

-No lo sé realmente, quizá convencerla de que vuelva acá unos días, programarnos actividades a todos para distraernos en conjunto, no lo sé- dudó la rubia chica.

-Eso no suena mal, aunque convencerla de volver estará difícil, creo más fácil irnos nosotras con ella- dijo Rei analizando la situación.

-Es cuestión de verlo- dijo Setsuna entrando al salón junto con las demás.

-Será difícil convencerla pero no imposible- dijo Saori sonriente –Siempre he vivido rodeada de chicos, es justo que tenga chicas con quienes platicar ¿no es así?- preguntó divertida la joven.

-Claro- rió Serena –Y Michiru no tiene porqué pasar por esto sola-

-¿Entonces vamos?- preguntó Hotaru curiosa.

-Sí, pero si vamos todas quizás no abra la puerta siquiera- sugirió Lita.

-De acuerdo, Setsuna y Hotaru tienen que ir- insistió Mina.

-Bien, entonces serán Setsuna, Hotaru, Mina, Serena y Saori ¿no?- preguntó Rei pensando las cosas.

-Yo creo que sí, si vamos las demás quizás se sienta invadida y será más difícil convencerla de venir- aseguró Setsuna con la tranquilidad que la caracterizaba.

Mientras las demás permaneceremos aquí, y cualquier cosa no duden en llamarnos e iremos en seguida.

Las chicas que acordaron ir al apartamento de Michiru salieron de la Mansión acompañadas de Tatsumi, que conduciría la limosina. Los jóvenes guerreros las observaron salir sin comprender totalmente qué harían para convencer a Michiru de volver a la mansión, ya que la “misión” parecía imposible.

Lita y Rei conversaban amenamente en el jardín, mientras Amy permanecía concentrada leyendo sin prestarles atención alguna, de lejos Milo y Aioria las observaban atentos, querían encontrar el momento idóneo para poder confesar sus sentimientos, esperando por supuesto, no ser rechazados.

-¿Qué tanto están mirándolas?- preguntó Aphrodite curioso.

-¡Nada!- exclamó Aioria sorprendido de ver a Aphrodite tan cerca.

-¿Cómo que nada? ¡Vamos díganme!- insistió el pisciano lleno de curiosidad, él odiaba sospechar cosas pero que jamás se las aclarasen.

-No es de tu incumbencia Aphrodite- dijo Milo poniéndose de pie y caminando hacia el interior de la mansión.

Aioria hizo lo mismo que su compañero evitando que el peliceleste siguiera cuestionándolos como si le debiesen explicaciones…

-¡Cierto!- exclamó Rei levantándose de su asiento y llamando la atención de los que se hallaban cerca.

-¿Qué sucede?- preguntó Camus con seriedad.

-En esta semana comienza el Sanno Matsuri, en el templo Hie- explicó Rei menos exaltada.

-¿Es uno de los festivales más populares aquí en Tokio, no es así?- preguntó Shiryu curioso.

-Sí, ese podría ser un motivo para salir de la rutina, y además ayudar a Michiru a superar esto- explicó Rei entusiasmada.

-Podría funcionar, aunque…- dudó Saga pensativo.

-¿Qué?- preguntó Camus curioso.

-No sé si la chica esté de humor para festividades, después de todo ha perdido a alguien muy importante para ella.

Saga tenía razón, todos se quedaron inmóviles e incapaces de refutar lo que había explicado, pero no querían que todo se quedase así, además los guerreros regresarían a Grecia en un tiempo y era una oportunidad más para convivir.

-No perdemos nada intentándolo- dijo Amy cerrando su libro y levantándose de la silla.

-En eso tienes razón- admitió Saga –probablemente ella acceda a venir con nosotros-

La puerta principal de la mansión se abrió dejando ver a las jóvenes que habían ido a buscar a Michiru, la expresión seria de Setsuna les convencía de que Michiru no había aceptado volver a la mansión Kido, y sería más difícil que aceptase ir al Sanno Matsuri.

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