— ¡Ya no puedo esperar a llegar a Atenas!— exclamó Serena entusiasmada –serán las primeras vacaciones que pase con Darien fuera de Tokio!—
—Serán incluso fuera de Japón Serena— intervino Amy apenas asomando los ojos fuera del libro que leía.
—El punto es que será emocionante salir de Japón— dijo Rei mirando el entusiasmo en sus amigas –Además tiene tanto que no lo veo…— suspiró logrando captar la atención de Mina que se dejó caer de espaldas sobre la cama de Rei suspirando también.
—¿Y no les han llamado últimamente?— preguntó Lita curiosa.
—¡Ah sí!— exclamó Mina enderezándose –pero no es lo mismo—
—Eso es obvio chicas, pero al menos han tenido contacto con ellos, eso ya habla bien de la situación— respondió Lita comprensivamente.
De pronto se abrió la puerta de la habitación logrando hacer reaccionar a las chicas, el abuelo de Rei ingresó a la habitación y dejando una bandeja con golosinas dijo:
—Hay tres chicas afuera, ¿las dejo pasar?—
— ¡Claro abuelo!— exclamó Rei –gracias—
—En seguida les digo a las muchachas que entren— salió rápidamente de la habitación para avisar a las jóvenes que pasaran a la habitación de Rei.
A los pocos minutos Setsuna, Michiru y Hotaru entraron a la habitación, habían quedado de reunirse por la tarde, tenían que terminar con los preparativos de sus vacaciones en Grecia, qué lugares visitarían, qué harían… había tanto por idear.
—Ya estamos aquí— exclamó Hotaru entusiasmada.
—Bien— intervino Rei invitándolas a sentarse con ellas –Amy ya llegaron—
Amy cerró el libro y lo coloco sobre la mesa, desde lo sucedido meses atrás le costaba mucho concentrarse porque le extrañaba, pero sabía que estaba cerca de verle y eso le llenaba de alegría, aunque no era tan expresiva como Mina o Rei.
—Bienvenidas— dijo Amy con amplia sonrisa –Supongo que veremos cuánto hemos juntado, nuestras posibilidades económicas y a dónde iremos de visita además, claro, del santuario de Athena—
—Exacto— intervino Michiru sonriente –Del dinero no debemos preocuparnos ya, lo he contado y alcanza a la perfección todo lo que hemos juntado entre todos, de hecho Setsuna estuvo investigando sobre los boletos de avión y creo que ya tiene eso listo ¿no es así?—
—Así es Michiru— la ligera sonrisa de Setsuna era la misma de siempre, era como si guardase un gran dolor en su interior, quizás de todos los sufrimientos y dolores que había atestiguado a lo largo de su misión como guardiana de la puerta del tiempo –Ya he hecho las reservaciones para este fin de semana, salimos el sábado a las 7 de la mañana, así que será importante que estén listas sus cosas y que sean puntuales—
— ¿Debemos estar una hora antes en el aeropuerto, no?— preguntó Mina para confirmar.
—Si, y no lleven demasiado equipaje, sólo lo indispensable— aclaró nuevamente Setsuna sonriente.
— ¿Qué lugares visitaremos?— preguntó finalmente Amy.
—Lo obvio, la acrópolis, la playa, la ciudad de Atenas y ya iremos viendo, normalmente soy muy calculadora para viajes, pero en esta ocasión creo que lo mejor es dejarse llevar—
El comentario de Michiru logró llamar la atención de todas, ciertamente esos meses habían sido duros para la joven violinista, pero cambiar tanto su forma de proceder era extraño, aunque quizás no era negativo.
—Si tú dices— rió Mina tratando de aligerar la tensión que se había generado entre las chicas — ¿Quiénes vamos a ir?—
Serena levantó entusiasta su mano para responder la pregunta de su amiga –¡Darien, Rei, Lita, Amy, Michiru, Hotaru, Setsuna, tú y yo!— exclamó riendo.
—9 personas… bien, parece que será divertido— reflexionó Setsuna mirando el entusiasmo en Hotaru al leer los folletos de Atenas.
—Esa es la idea, divertirnos— intervino Lita sonriente –Pero… ¿y el hospedaje?—
— ¡Ah!— exclamó Serena –eso lo tengo cubierto— rió captando la atención de sus amigas.
— ¿Y bien?— preguntó Amy curiosa.
—Hable ayer con Saori, bueno mejor dicho ella me llamó, y me preguntó cuándo iríamos para tener todo listo a nuestra llegada— explicó sonriente.
— ¡Cielos Serena!— exclamó Lita desconcertada
— ¿Eso quiere decir que nos quedaremos en el santuario de Athena?— preguntó Hotaru divertida.
—No lo sé— respondió Michiru confundida –a lo mejor eso es causar problemas ¿no?—
—Quizás— suspiró Rei resignada –Pero si nosotras buscamos hospedaje aún a sabiendas de esto quizás sería peor—
—Eso sí— suspiró Michiru resignada.
—Como sea… ¿Cuándo le dijiste que llegábamos?— preguntó Mina nuevamente.
—Le dije que para hoy le tendríamos esa información, y como ya sabemos que el avión parte a las 7 a.m. se podrá hacer un cálculo de a qué hora llegaríamos a Atenas, pero ella llamará hoy—
—Bueno, supongo que tú le avisarás a Darien, Serena, y nos vemos el sábado a las 6 de la mañana en el aeropuerto— intervino Michiru levantándose –Nosotras debemos arreglar nuestras cosas y acompañar a Hotaru porque mañana es su último día de clases—
— ¡Genial Hotaru!— exclamó Mina –Nosotras todavía tenemos mañana y el último día será el viernes, así que…— reflexionó entusiasmada — ¡Nos restan sólo 2 días!—
Las jóvenes rieron el entusiasmo de Mina, ciertamente era sabido que no gustaba de la escuela, junto con Serena, así que causaba gracia su celebración sobre el final de curso.
Michiru, Hotaru y Setsuna salieron de la habitación de Rei con rumbo a su casa, minutos más tarde hicieron lo mismo el resto de las chicas, tenían demasiado que organizar y qué mejor que hacerlo con tiempo, además que la llamada de Saori para confirmar la fecha y hora de su llegada a Atenas no tardaría mucho en suceder…
En el santuario en Atenas los guerreros alistaban todo para la visita que recibirían, la mayoría lucían entusiasmados con la idea mientras otros tantos no expresaban nada y Deathmask se quejaba todo el tiempo. Saori, con ayuda de los caballeros de bronce, alistaron el templo principal y las habitaciones que las jóvenes utilizarían durante su estancia en el santuario.
—Llegarán el domingo temprano— avisó Seiya a los caballeros dorados que cenaban en el comedor del templo principal —Así que debemos tener todo listo y además saber quienes irán por ellas al aeropuerto—
—Supongo que habrá que hacer una pequeña comisión para ello, además que habrá que darles un buen recibimiento— intervino Aphrodite entusiasmado.
—Al aeropuerto voy yo— dijo Aioria levantándose de la silla –Ahora iré a descansar, buenas noches que mañana habrá mucho que hacer—
— ¿Irá solo?— preguntó Milo curioso.
— ¿Por qué?— preguntó en tono burlón Shura —¿Quieres ir con él?—
—Ya déjense de estupideces— intervino Saga finalmente –Irán Aioria, Camus y Deathmask—
— ¿Por qué yo?— preguntó molesto Deathmask.
—A menos claro, que quieras quedarte a ayudar en lo que a Aphrodite se le ocurra para darles la bienvenida, de ser así iré yo en tu lugar.
—Está bien— bufó resignado el molesto guerrero –de no tener otra opción prefiero cargar maletas—
— ¿No irás Saga?— preguntó desconcertado Mu mirando a su compañero –Nosotros podemos ayudar a Aphrodite con el asunto de la bienvenida—
—Está bien así, no creo que Mina se moleste— respondió calmado el geminiano.
—Irá Deathmask, seguro dirá idioteces— murmuró Aphrodite cerca del oído de Saga.
El geminiano pensó lo dicho por el pisciano unos minutos y finalmente aclaró –Sí, iré al aeropuerto, que Deathmask se quede—
— ¡No!— exclamó Deathmask –Quiero ir, lo juro, podemos ir todos si quieres Saga…— se quejó suplicante.
—Está bien, iremos los cuatro, los demás ayudarán a Aphrodite en la organización de la bienvenida— ordenó Saga finalmente saliendo del lujoso comedor en el templo principal del santuario.
— ¡Perfecto!— exclamó Aphrodite entusiasmado –mañana arreglaremos los preparativos para terminarlos el mismo domingo antes que ellas lleguen—
—Muy bien. Por ahora a descansar— dijo Mu caminando hacia la puerta del comedor y saliendo.
—Hay que preparar muchas cosas, voy a ver a la señorita Saori— dijo Aphrodite saliendo del comedor para buscar a Saori y pedirle su opinión y permiso.
Sábado 6 a.m. Aeropuerto Internacional. Tokio, Japón.
— ¡Ay esa Serena impuntual!— exclamaba Rei impacientemente.
—Todavía es buena hora Rei, seguro no tarda en llegar— intentó tranquilizarla Amy sonriente y calmada.
Michiru, Hotaru y Setsuna las miraban con curiosidad, esperaban el momento en que Serena llegase y Rei le armara una escena como siempre y pudieran reírse de ello, Mina y Lita se miraban mutuamente con expresión de resignación, después de todo llevaban años siendo amigas y estaban más que acostumbradas a las discusiones entre Serena y Rei.
—Mina no queremos que haya problemas ¿de acuerdo?— intervino Artemis preocupado.
—No hay problema Artemis, después de todo vendrás con nosotras y podrás constatarlo por ti mismo— dijo con un guiño y amplia sonrisa la rubia chica.
— ¡Ay Mina!— exclamó resignado el blanco guardián.
— ¡Ya llegaron!— exclamó Amy captando la atención de todos.
—Buenos días chicas— dijo con voz somnolienta Serena.
Las jóvenes la miraron sonrientes, Mina y Lita esperaban que Rei comenzara la letanía de reclamos a Serena por tener que esperarla 5 minutos, pero nada pasó, Darien las miró haciendo una seña para saludarlas, sostenía las maletas y cuidaba que Serena no se cayera.
—Buenos días a los dos— dijo sonriente Mina –Debemos acercarnos, ya en un momento nos llamarán y saldrá el vuelo con rumbo a Atenas—
— ¡Bien!— exclamó Hotaru entusiasmada, había esperado meses por esas vacaciones y por fin estaban siendo una realidad.
Al momento que vocearon el vuelo en el aeropuerto todos se enfilaron para bordar y así comenzar sus muy planeadas vacaciones de verano en Atenas, Grecia; donde ya les esperaban con ansiedad algunos de los guerreros atenienses.
Domingo 10:00 a.m. Aeropuerto Internacional. Atenas, Grecia.
Deathmask miraba impaciente a través de la ventana, aparentemente el vuelo se había retrasado un poco y sencillamente esperar para él era un fastidio, Aioria leía pacientemente el periódico mientras Saga y Camus conversaban tranquilamente bebiendo café aguardando la llegada de sus visitantes japoneses.
—Llegaron…— resopló Deathmask con fastidio mientras caminaba hacia sus compañeros para esperarlos y ayudarlos con su equipaje.
Caminaron hasta verles llegar al aeropuerto, Serena aún parecía adormilada, mientras las demás miraban asombradas hacia todas partes buscando a sus amigos hasta encontrarlos…
— ¡Ahí están!— exclamó Hotaru contenta de verles.
Caminaron deprisa hasta su encuentro, parecía todo igual, se miraron sonrientes y comenzaron a charlar trivialidades sobre el viaje, el clima y la escuela hasta llegar al santuario donde Aphrodite ya les aguardaba ansioso junto con Saori quien al verlos llegar caminó hacia ellos con amplia sonrisa.
—Es un gusto verlos— dijo contenta la joven.
—También a nosotros nos da mucho gusto volver a verlos a todos— dijo sonriente Mina al ver que su princesa aún no terminaba de reaccionar –Durmió todo el camino, le cuesta despertar siempre—
Aquella explicación logró hacerlos reír a todos, Saori hizo la seña a sus guerreros de ir al templo principal con el equipaje de sus visitantes mientras ellos subían con mayor calma aquella larga escalinata, Serena al ver el conjunto de escalones que debía subir comenzó a quejarse mientras sus amigas se reían de su princesa.
—No es para tanto— dijo Hotaru entusiasmada — ¡Vamos Serena!—
—Ya voy, ya voy— se quejaba la joven princesa subiendo los escalones con flojera.
—Vamos Serena no puedes ser tan floja— reclamó Rei impaciente.
—Tú siempre eres grosera conmigo— se quejó la joven de nuevo sin mirar a su compañera.
—Déjala Rei, de todas formas deberá subir— rió Lita jalando a Rei para que la acompañase.
Mina caminó junto con Serena, Saori y Darien para no dejarla sola mientras las demás subían a mayor velocidad atravesando las doce casas del santuario, Saori les explicaba la organización del santuario y algunos detalles sobre las batallas vividas, Darien miraba fascinado el paisaje que les rodeaba era sencillamente envolvente. Una vez que llegaron al templo principal Serena se sentó sobre el suelo recargada en una de las gruesas columnas de mármol que sostenían la techumbre del edificio, era muy amplio y todas esas escaleras la habían agotado, Darien se inclinó para ayudarla a levantarse y así caminar hacia el lujoso salón que les indicaba Saori.
Entraron sorprendidas del lujo que les rodeaba y de ver la larga mesa llena de delicias que les esperaban, Aphrodite pidió a Aldebarán que eligiera la música para dar la bienvenida a sus visitantes, Deathmask sostenía en su mano derecha un vaso lleno de licor aunque le daba gusto ver que ellas estuviesen bien no era sociable ni gustaba de las fiestas por lo que siempre solía aislarse en algún rincón del salón principal.
Comenzaron a charlar sobre los sitios de interés en Atenas, el clima, la playa, sobre situaciones poco más personales, todo mientras comían y bebían amenamente por pequeños grupos distribuidos en el salón. Serena, Darien y Saori charlaban amenamente sobre sus intereses, sobre sus guerreros y sobre lo bien que pasarían todos juntos las vacaciones de verano.
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