19 dic 2009

Segunda parte: Una singular visita; doblemente caliente.

Shion salió corriendo del templo de Aries con rumbo a Tauro, tan sólo de imaginarse a Aldebarán sometiendo a Shaka mientras el rubio lamía su propio miembro erguido y chorreante. Corrió con mayor velocidad hasta ingresar jadeante al templo de Tauro, subió lo más rápido que pudo las escaleras hasta entrar impetuosamente a la alcoba del guardián del templo quien con el escándalo de su patriarca se exaltó y levantó en instantes.

-¿Qué pasa Shion?- preguntó alarmado el toro del santuario.

-¿Quieres divertirte ahora?- preguntó con tono lascivo el patriarca.

-¿Qué? ¿Contigo? ¿Aquí?- preguntó alterado Aldebarán ante la extraña propuesta de Shion.

-¡No seas imbécil!- dijo con expresión de asco -¡Con Shaka!- exclamó divertido.

-¿Shaka?- preguntó asombrado -¡Va a matarnos Shion!-

-Claro que no, debe seguir mis órdenes pero me muero por verlo sometido ante tu fiereza- dijo entre carcajadas Shion.

Aldebarán miró a Shion reír divertido de tan sólo imaginarse aquello, de cierta manera sentía curiosidad, Shaka era un caballero hermoso, pero a su vez era de los más poderosos del santuario por lo que sería difícil dominarlo…

-Bien…- suspiró el guardián de Tauro -vamos pues…- dijo mientras tomaba con una de sus manos una toga para cubrirse, con todo el ajetreo había olvidado por completo que estaba desnudo frente a su patriarca.

Tras ello, ambos salieron con rumbo a Virgo para cumplir los deseos lascivos de Shion quien conforme se acercaban al templo de Shaka fantaseaba con mayor intensidad. Ingresaron a Virgo donde Shaka permanecía inmóvil en la parte más profunda de su templo, había percibido la presencia de ambos caballeros, pero sabía que no eran enemigos por lo que los dejó ingresar hasta donde se hallaba meditando.

-Hola Shakita- rió Shion acercándose peligrosamente al rubio guerrero.

-¿En qué puedo servirte Shion?- preguntó sin perder la templanza el caballero de Virgo.

-En mucho Shaka, sólo obedece mis órdenes y verás que hasta lo gozarás- dijo Shion retomando su tono ceremonioso de patriarca.

Shaka no pudo evitar emitir una ligera risa tras escuchar aquello, se imaginaba lo que Shion se traía entre manos pero tampoco podría hacer mucho por contradecir a su patriarca, todos sabían lo manipulador que solía resultar cuando se proponía algo y si no lo conseguía lograría que le cortasen la cabeza a base de mentiras, por lo que le sería mejor colaborar para que todo terminase pronto, después de todo no sería la primera ni la última vez que estuviese con alguien en una situación íntima, lo que no se imaginaría jamás es que en esta particular ocasión sería poseído por el gran Aldebarán de Tauro ante los ojos de Shion, su patriarca.

Se levantó lentamente esperando que Shion se aburriese rápido y pudiese continuar con su meditación, abrió lentamente sus ojos para encontrarse con que Aldebarán aún continuaba allí, frente a él sin emitir una sola palabra, pero tampoco haciendo el mínimo movimiento. Volvió su mirada a Shion quien le miraba complacido por su “buena” decisión.

-¡Desnúdate Shaka!- ordenó Shion mientras Aldebarán continuaba mirando todo como un mudo espectador.

Shaka se despojó de su toga con expresión de fastidio, dejó caer la prenda al suelo descubriendo su cuerpo desnudo a ambos caballeros que le miraban con deseo, Shaka se sintió más que expuesto y todavía más tras escuchar a Shion dar la siguiente orden…

-Bien Aldebarán haz lo tuyo…- dijo entre risas el patriarca mientras se sentaba en el suelo imitando la posición de “flor de loto” de Shaka.

Shaka miró atónito al toro desvestirse ante sus ojos, sabía que aquella sesión de sexo sería brutal para sí; pero a esas alturas ya no podría retractarse ni exigir nada, debió imaginarse que Shion haría algo así…

Aldebarán enseguida le jaló para aproximarlo a su cuerpo y sin perder un segundo más comenzó a masturbar lentamente al rubio quien, al sentir la mano del guardián del segundo templo sobre su virilidad, cerró los ojos y comenzó a gemir, echó  su cabeza atrás siendo sostenido por el brazo libre del gran toro del santuario.
Aldebarán acercó su rostro a la oreja izquierda del rubio y comenzó a mordisquearla y lamerla a placer mientras los gemidos de Shaka se hacían más intensos y su miembro se erguía a lo máximo, Sino contemplaba su obra entre carcajadas, no había tenido la oportunidad de ver a Shaka en esa posición, a punto de ser penetrado por Aldebarán…

-Si cooperas seré gentil contigo, sin intervenciones de Shion…- musitó Aldebarán al oído de Shaka quien sólo sonrió en señal de aprobación.

Shaka se recargó sobre una columna para dar libertad de acción a Aldebarán sobre su cuerpo, el brasileño comenzó a mordisquear y succionar una de las tetillas de Shaka mientras pellizcaba con su mano la otra, hasta bajar su mano nuevamente a la entrepierna del rubio hindú que sólo gemía y apretaba con fuerza sus manos contra la columna, era demasiado, aunque no lo demostraría del todo sentía curiosidad por lo que Aldebarán haría de él…

-¡Ahhh!- jadeó con fuerza el rubio sintiendo uno de los juguetones dedos de Aldebarán rozar su entrada…

Sentía cómo su piel se erizaba con el sólo contacto de la piel de Aldebarán sobre la suya y más cuando se trataba de los juegos que el brasileño, con destreza, llevaba a cabo con él desesperándolo y excitándolo cada vez más. Ver a Shion contemplándolo excitado y expuesto como lo estaba le avergonzaba de cierta manera, sabía que la única forma de impedir que Shion le mirara así era invitándolo a jugar con su cuerpo mientras Aldebarán hacía lo propio… tenía que pensar rápido y en su estado le era imposible.

-¿Por qué te quedas ahí mirando Shion? Ahhh… ¡ven!- jadeó excitado el hindú.

Shion le miró sorprendido, jamás en su existencia se había imaginado escuchar algo así salir de los puros labios de Shaka, y la verdad la sola idea de que él y Aldebarán le hicieran suyo a la vez le excitaba, era mejor que permanecer sentado mirando toda la acción masturbándose, porque era demasiado estímulo para su cuerpo. El honorable patriarca del santuario se levantó y caminó lentamente hacia Shaka mientras se desvestía ante la mirada excitada y deseosa del rubio que ya había cedido totalmente ante el placer.

-Yo me  encargo de abajo Aldebarán- rió Shion mientras se arrodillaba sobre el suelo y miraba con antojo el erguido miembro del rubio.

-Bien…- jadeó Aldebarán mordisqueando el blanco cuello de Shaka quien sólo jadeaba y gemía incontrolablemente, era demasiado para él, jamás se había visto envuelto en una situación similar siquiera.

En un solo movimiento el habilidoso Shion introdujo la hombría de Shaka en su boca succionando y jugueteado con su lengua sobre la sensible piel del rubio caballero dorado quien gemía y se retorcía de placer entre los fuertes brazos de Aldebarán que le sostenía mientras lamía y succionaba en su pálido cuello ya enrojecido por las constantes atenciones del gran toro dorado.

Shion introdujo un par de dedos en la cavidad de Shaka arrancándole a éste un sonoro y ronco gemido producto del frenesí al que ambos guerreros estaban llevándole con todos aquellos estímulos que le propinaban a su cuerpo.

-Creo que ya está listo Aldebarán- dijo Shion mirando el excitado miembro del rubio.

-Bien…- jadeó el gran toro.

-¡Arrodíllate Shaka!- ordenó Shion al rubio que le miró desconcertado.

El guardián del sexto templo obedeció la orden sin saber qué sucedería aunque intuyendo que aquella visita nocturna del patriarca seguiría tan caliente como desde su llegada, hizo lo que su honorable patriarca le había ordenado sin dejar de prestar atención a las múltiples sensaciones que su cuerpo estaba percibiendo y disfrutando…

El gran toro dorado introdujo su enorme y dura hombría en la aún estrecha cavidad del hindú, lo hizo sin contemplación alguna logrando que el rubio caballero dorado gimiera y gritara de dolor mezclado con placer, su propio sexo estaba demasiado duro y podía sentir que palpitaba de la presión que su excitación estaba generándole… Shion se dejó caer al suelo entre carcajadas por la extasiada expresión del siempre inmutable Shaka, estaba siendo poseído por el gran Aldebarán de Tauro, y de la forma más brutal que el lemuriano había atestiguado en su vida, lograba notar que el brasileño estaba en frenesí, desde que le había sugerido la idea se veía que Aldebarán quería follarse a Shaka de tiempo atrás, así que, después de todo Shion sólo estaba haciéndole su sueño realidad.

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