25 dic 2009

Tropiezo…

Saga, Hyoga, Seiya y Camus se internaron en el patio de la preparatoria cuidando a Saori quien parecía complacida mirando tanta energía a su alrededor, observaban con sumo cuidado todo lo que los circundaba como sospechando de todo y todos.

-Ya cálmense, hace dos años que no tenemos batalla alguna, ya era hora de que se acostumbraran a cierta paz- pedía Saori con amplia sonrisa a sus guerreros.

Era cierto, habían pasado ya dos años desde que Saori les había pedido a todos que se fueran con ella a Tokio, y que dejaran el santuario por un tiempo, tiempo que habían dedicado a viajar, a conocer nuevos sitios, a descansar que tanta falta les hacía…

Recorriendo las instalaciones de la preparatoria se encontraban Shaka, Milo, Aphrodite y Shiryu, habían acordado con Saga que recorrerían los derredores para buscar aquella energía que su diosa había detectado.

-¡Rayos! Y ni siquiera corriendo a toda velocidad pudimos llegar a clase- se quejaba Mina en el patio sentada sobre el pasto.

-Lo lamento, no debí entretenerme en el baño- se disculpó Serena con sus compañeras.

-No importa, al menos sabemos que cuando Mina te grite en la mañana deberás salir más rápido- sugirió Lita guiñando su ojo izquierdo a su amiga.

-Sí, lo sé- rió Serena mientras Mina se recostaba sobre el pasto cerrando sus ojos -¿Sucede algo Mina?-

-No, me pregunto quienes serán esas personas que vinieron hoy- reflexionó sin levantarse del pasto y mirando fijamente las nubes.

-Ya lo averiguaremos Mina, tranquila- pidió Lita ante la mirada preocupada de la alegre Mina.

-No será que…- sugirió Serena en tono burlón –¿Alguno de esos chicos guapos llamó tu atención y por eso estás así?- rió finalmente Serena.

-¡¿Cómo crees?!- reclamó Mina ligeramente sonrojada –No es eso Serena, yo…- desvió su mirada desconcertando a sus compañeras.

-¿Tú…?- preguntó Lita como intentando que Mina continuara su frase.

-¡Ya tienes novio!- exclamó Serena a gritos totalmente emocionada sorprendiendo a Lita y a Mina, y llamando la atención de quienes pasaban por ahí.

-¡Cállate Serena!-  pidió Mina nerviosa –No es eso, para nada es eso…-

Se levantó del piso, en ese momento se sentía verdaderamente incómoda con la situación y con las miradas curiosas de la gente que se encontraba recorriendo el patio de la institución.

-Debo ir al baño- caminó rápidamente ante la mirada desconcertada de sus compañeras.

-¿Hice algo malo?- preguntó Serena al ver a Mina irse con esa velocidad.

-No creo, quizás hoy está un poco más susceptible de lo normal, dejémosla sola un momento, ya se le pasará- dijo Lita con afán de tranquilizar a Serena.

A lo lejos Mina alcanzó a ver a aquella extraña joven rodeada por los ocho jóvenes de nuevo, respiró con fuerza exhalando de la misma forma y decidida caminó para esconderse y escuchar lo que pudiera de ellos…

‘Espero no meterme en problemas’

Pensaba la chica escondida dentro del salón de artes.

-¿Y bien Saori? ¿Ya podemos irnos?- preguntó Shiryu a la joven.

-Mañana será el evento, el director de la escuela es muy amable, y esto beneficiará enormemente a la Fundación de mi abuelo- respondió alegre.

-¿En qué consiste el dichoso evento?- preguntó Saga incómodo por las constantes miradas de las jovencitas que los rodeaban.

-Pues… se hará una subasta de vestidos y de citas, con el fin de reunir dinero primero para el hospital de la Fundación y segundo para concretar el pacto entre esta preparatoria y la fundación para seguros médicos e investigaciones científicas- explicó entusiasmada Saori.

-Vaya… entonces supongo que deberemos permanecer más tiempo aquí ¿me equivoco?- preguntó Camus mirando a su alrededor con desgane.

-Sí, pero si quieren pueden irse a la mansión, según ustedes no hay nada peligroso aquí ¿no? Puedo hacerme cargo de los preparativos junto con algunos alumnos de la escuela-

-Yo me quedaré, después de todo no tengo nada que hacer aquí- exclamó Saga resignado.

-Yo me voy, me aburren las escuelas, están tan llenas de… libros y proyectos extraños que no sé que me da…- dijo Seiya ante las carcajadas de varios de sus compañeros.

-Sí, yo también me voy, hace mucho calor y la verdad me aburre ver tanta gente- interrumpió Aphrodite siendo secundado por Shaka.

-Bueno, bueno, quienes quieran irse sólo háganlo y ya, quienes quieran quedarse no es necesario que me ayuden directamente ¿De acuerdo?- preguntó Saori intentando poner orden.

-Sí- asintieron los demás.

Mina se esforzaba por escuchar lo más que pudiera cuando…

-¿Qué haces aquí Mina?- preguntó una voz conocida.

-¡Michiru!- exclamó Mina mientras caía estrepitosamente al piso entre dos butacas.

-¿Estás bien?- se acercó la joven para ayudar a su amiga.

-Sí… ¡Ay! Duele… ¿Qué haces aquí Michiru?- preguntó curiosa Mina.

-Lo mismo pregunto yo… ¿Qué haces tú aquí?-

-Pues…- la mirada de Mina condujo a Michiru a donde aún charlaban algunos de aquellos extraños jóvenes.

-¡Ay niña! Tú no cambias- negó con la cabeza con amplia sonrisa.

-Jeje…- rió Mina nerviosa -¿Y tú?-

-Pues yo suelo venir los jueves a impartir un curso de arte a algunos chicos de esta preparatoria- explicó Michiru ante la sorprendida mirada de Mina.

-¿Das clases?-

-No, sólo un pequeño curso- dijo sonriente la joven –Pero parece ser que hoy nadie está muy interesado, por lo visto aquellos chicos sí que han llamado la atención de varios aquí- expresó mirando la conmoción que generaba la presencia de aquellos que llegaran en lujosa limusina.

-Parece ser que sí- rió Mina jalando a Michiru -¡Vayamos a ver qué sucede y qué tanto organizan!- corrió de la mano de su amiga sin tomar en consideración la opinión de ésta.

Corrieron hacia el patio sin fijarse por donde pasaban hasta que Mina se estrellara con uno de aquellos jóvenes provocando la fuerte caída de los tres.

-¡Ay!- exclamó Mina levantándose poco a poco -¡Michiru! Perdón, perdón- se inclinó a ver cómo se encontraba su amiga.

-¡Cielos!- exclamó la joven –sí que corres rápido…- se quejó apretando su hombro izquierdo con la mano derecha.

-¿Estás bien?- preguntó uno de los jóvenes inclinándose hacia la chica para ver su estado.

-Sí, sí, gracias, estoy bien- respondió haciendo acopio de su fuerza para levantarse sin conseguirlo, aquellas noches en vela parecían estar haciendo efecto.

-Te ayudo- dijo Camus sosteniendo a Michiru para ayudarla a incorporarse.

-Gracias, que amable- agradeció con ligera sonrisa pero triste mirada, cosa que logró llamar la atención del señor de hielo.

‘¿Cómo puede existir una mirada tan llena de tristeza? ¿Quién será esta chica?’

-No hay de qué…-

-¡Perdón! ¡Perdón!- exclamaba Mina incesantemente ante todo aquel alboroto ante la resignada mirada de Michiru quien extendía su mano al otro joven que aún estaba sentado en el suelo mirando toda aquella conmoción.

-¡Ay cierto!- exclamó nuevamente Mina extendiendo también su mano a Saga quien miraba entretenido todo aquello.

-Gracias- tomó las manos de ambas para ayudarse a incorporar.

‘Estas chicas tienen una fuerte energía…’

Pensaba el geminiano mientras Mina se disculpaba con insistencia:

-Mil perdones, no me fijé por donde iba- pidió Mina sonrojada y avergonzada.

-No te preocupes, los accidentes siempre pueden suceder- dijo Saga con ligera sonrisa ante la extrañada mirada de Camus y Milo.

-De verdad lo lamentamos mucho, espero no se haya lastimado- interrumpió Michiru al notar las extrañas miradas de aquellos dos.

-La lastimada aquí pareces ser tú ¿Segura te encuentras bien?- preguntó Saga mirando fijamente a la chica.

-¿Eh? Sí, de todas formas ya estaba lastimada de ayer, así que no hace ninguna diferencia- respondió ante la sorpresa de Mina, situación que no pasó desapercibida por los tres jóvenes.

-¡Ahí están ustedes tres!- exclamó Saori al verlos -¿Me ayudan?- preguntó finalmente.

-Sí, claro señorita Kido, enseguida vamos- dijo Milo adelantándose a sus compañeros.

-¿Qué pasó?- preguntó Saori.

-Aquella chica rubia tiró a Saga, iban muy rápido- explicó Milo.

-Por qué no las invitan a ayudarnos con esto…- sugirió Saori a Camus quien apenas llegaba.

-Claro, como diga señorita Kido- dijo Milo mirando a Camus.

Así, Milo caminó hacia Saga y las dos chicas lentamente.

-¿Por qué no nos ayudan?- preguntó Milo ante la mirada extrañada de Saga.

-¿Ayudarlos?- preguntó Michiru.

-¿A qué?- preguntó Mina.

-La señorita Kido está organizando un evento para la Fundación Graude y estamos aquí para ayudarla- explicó Saga  mirando a su compañero.

-Ya veo… con mucho gusto les ayudaremos ¿Verdad?- preguntó Mina con amplia sonrisa a su amiga quien la miraba desconcertada.

-Claro, pero… no puedo permanecer por mucho tiempo- explicó la joven algo nerviosa.

-¿No estudias aquí?- preguntó Milo curioso.

-No, sólo vengo los jueves a dar un curso de arte- explicó la chica.

-Bueno, cualquier ayuda es buena- dijo Saga tratando de aligerar la tensión caminando con rumbo al auditorio de la preparatoria donde aguardaba Saori con Camus y Tatsumi quien había llegado con algunos ayudantes para organizarlo todo.

No hay comentarios.: