Caminé hasta la cocina para beber algo, abrí el congelador, siempre tenía ahí una botella de vodka, al menos sabía que era viernes y los sábados no tenía que ir a la universidad. Llené un vaso con aquel líquido y comencé a bebérmelo con pequeños sorbos, no podía beber de más.
Me dejé caer sobre un sillón en la sala y observé el cielo a través de la ventana, la verdad ni sé cuánto tiempo estuve contemplando las nubes y tratando de encontrar figuras en ellas conforme las movía el viento; sí, sé que eso es estúpido, pero tenía que distraer mi cabeza de todas las idioteces que hice por despecho, por haberme sentido usado y abandonado. Estaba tan inmerso en identificar figuras en las nubes que ni siquiera escuché cuando mi padre llamó a la puerta de mi casa, sé que lo hizo porque llamó por teléfono; obviamente le expliqué que no había dormido nada y que la cabeza me había estado doliendo como pocas veces, pareciera que se lo creyó; al menos, eso ya no me importaba para nada.
Después de la dichosa llamada me levanté del sillón, ya estaba por anochecer y ciertamente mi cansancio era mucho; subí las escaleras para llegar a mi alcoba, sólo quería quitarme la ropa y acostarme a dormir, no quería saber más nada. Cuando terminaba de desnudarme sonó el timbre, caminé hasta la ventana para ver de quién se trataba.
-¡Ábreme Andrew!- me grito Josh, mi hermano mayor, sí que estaba cansado, sólo hice una mueca de fastidio y con las manos le indiqué que bajaría enseguida. Cubrí mi desnudez con una bata de baño que tenía tirada sobre una silla junto a la puerta de mi recámara.
Descendí las escaleras lo más rápido que pude y corrí para abrir la puerta, mi hermano lucía molesto, seguramente papá le había contado sus suposiciones, o a lo mejor Rich le había dicho el motivo de nuestra discusión del día.
-¿Qué quieres?- dije en tono grosero para evitar sermones.
-¿Te fuiste a embriagar anoche al Avalon, ah?- me preguntó con molestia marcada en el rostro.
-Ese no es tu jodido problema- respondí enojado, ¿qué le daba el maldito derecho de cuestionarme de esa forma?
-Eres mi hermano, maldita sea. No voy a dejar que andes revolcándote con quien se te ocurra.
‘¿No voy a dejar que andes revolcándote con quien se te ocurra?’ de dónde sacó eso, mi hermano ni conocía a Bob, y ciertamente dudo que él le haya contado algo semejante a Richard y éste a su vez a Josh; entonces, ¿de dónde había sacado eso mi hermano?. Estaba atemorizado por la mirada encendida que estaba dedicándome, era terrorífica, sencillamente no podía articular palabra alguna.
-¿De dónde sacaste eso?- pregunté reaccionando.
-¡De verdad eres un maldito estúpido!- me gritó empujándome hacia el sillón – ¡Una de las personas con las que te revolcaste anoche es uno de mis mejores amigos Andy!
‘¡Carajo!’ recapacité de inmediato, yo qué iba a saber que uno de los tipos con los que tuve sexo en el baño del Avalon iba a ser amigo de mi hermano, con razón Josh sabía, para mí eso era peligroso, si papá se enteraba seguramente me obligaría a volver a casa con él y no tendría la libertad de hacer nada.
-¿Qué quieres que haga?- pregunté tratando de incorporarme, pero todo me dolía demasiado.
-Harás todo lo que te diga que hagas, sin cuestionar nada; no podrás negarte a nada. Ya que veo que eres del tipo que se desnuda así nada más y abre las piernas para ser follado por cualquiera voy a deleitarme contigo hoy.
‘¿Qué?’ pensé, de todas las cosas que creí que me diría esa era la inimaginable, sabía que mi hermano era bisexual y que a veces solía mirarme cuando me desvestía en casa de mis padres; pero esto ya era demasiado.
-¿Y si me niego?- pregunté incrédulo.
-Le diré todo a papá y seguro volverás a esa casa que tanto detestas- justo lo que pensé, vaya que me conocía demasiado bien para ser verdad.
Me levanté pesadamente del sillón y retiré la bata que cubría mi cuerpo desnudo, lo dejé observarme cerca de un minuto sin que hiciera otra cosa; jaló mi mano y me llevó hasta mi habitación. Azotó la puerta con fuerza y me recargó contra ella para comenzar a tocar mi abdomen sin dejar de observar cuidadosamente cada una de mis reacciones; cuando su mano llegó a mi pene cerré mis ojos, estaba gustándome la forma en que me tocaba, él lo sabía. Sonrió logrando dejarme boquiabierto, comenzó a besar mi cuello lastimado; al inicio me dolía bastante pero poco a poco fue gustándome, aquel dolor punzante estaba logrando excitarme y mucho. Traté de rodearlo con mis brazos pero me fue imposible, me tenía dominado totalmente; mis jadeos estaban encendiéndolo podía sentir su erección, aprisionada debajo de su ropa, contra mi vientre.
-Déjame desvestirte Josh- rogué jadeante.
Se separó de mí para verme hacerlo, lentamente retiré una a una sus prendas para contemplar el cuerpo desnudo de mi hermano mayor, su pálida piel contrastaba con lo negro de su cabello y el azul intenso de sus ojos; toqué tímidamente su erección logrando arrancarle un sonoro gemido. Iba por buen camino, me incliné para poder besar su miembro erecto; comencé por lamer la punta y fui introduciéndolo en mi boca lentamente, sus jadeos estaban animándome y calentándome cada vez más a tal grado que comencé a masturbarme para aliviar el dolor de mi excitación no atendida.
Josh me detuvo y de un sólo tirón me aventó hacia la cama, estaba muy excitado; me lo decía todo de él, su mirada era demasiado evidente.
-Abre las piernas- me dijo con voz ronca, aquel tono logró encenderme más, su voz resonaba en mi cabeza, sólo podía hacer lo que me pedía, estaba expectante, quería sentir aquella gruesa y caliente virilidad dentro de mí, no cabía duda. Hice lo que me pidió y enseguida se recostó sobre mí para rozar su pene contra el mío; lo besé nada más sentir aquel contacto, lentamente frotó su palpitante erección contra mi miembro; estaba besándome también, creo que él había deseado esto ya hacía tiempo, mientras que yo sólo podía pensar en que su forma de mirarme era enferma; esa misma forma que hoy me hacía jadear y estar a punto de rogarle que me penetrara con fuerza. Se detuvo de pronto para acomodarse y comenzar a penetrarme, estaba doliéndome, aún estaba lastimado y cansado de mi borrachera de anoche por lo que la entrada de su gruesa virilidad en mí estaba siendo más dolorosa que placentera.
–Me duele –jadeé adolorido –No seas bestia Josh.
–No puedes negarte a nada, ¿recuerdas? –respondió comenzando a moverse en mi interior, primero con lentitud hasta sentirse cómodo para acelerar sus movimientos, era cierto que estaba muy excitado y que estaba gustándome de alguna extraña manera pero dentro de mí sentía que algo no estaba bien y comencé a sentirme asqueado. El punzante dolor de las constantes estocadas de mi hermano estaba haciéndome gritar al grado de desesperarlo y lograr que me abofeteara un par de veces para cerrarme la boca por lo que mordí mi propia mano hasta hacerme sangrar.
–No puedo más –me quejé débilmente. Después de eso no recuerdo más.
Abrí lentamente mis ojos, el ruido de la actividad en el exterior había logrado despertarme; traté de enderezarme lentamente pero me dolía todo el cuerpo, supongo que Josh siguió jugando con mi cuerpo aún conmigo inconsciente. Tras unos segundo logré levantarme de la cama, en la silla que estaba junto a mi puerta dejó una estúpida nota que decía: “Andy: estuvo muy bueno anoche, por ahora no le diré nada a papá, tú tranquilo; te veré en la noche para la segunda ronda. Josh”. De verdad era imbécil.
Aparte de los rasguños que me había provocado yo mismo, mi cuerpo estaba lleno de moretones, supongo que había dado rienda suelta a sus enfermos pasatiempos. Me di un buen baño, me sentía sucio y asqueado por todo lo sucedido. Sí que había estado haciendo muchas idioteces desde que todo con Rich terminó, pero sólo quería sacarlo de mi cabeza; fuera como fuera tenía que sacarlo de mi sistema; ‘me dejó porque yo no estaba listo para tener una relación con nadie, ¿pero con quién cree que estaba, con un mocoso de 12 años que no sabe hacia dónde va o qué quiere?, si será imbécil’, me digo a mí mismo al tiempo que termino de arreglarme. Planeo largarme y perder el tiempo hasta las ocho, seguramente será la hora en que mi brillante y pervertido hermano haga su aparición en mi casa, y definitivamente no puedo mandarlo al diablo, tengo mucho más que perder si lo hago enojar.
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